martes, 4 de octubre de 2011

Sé lo que Dios quiere


Al pensar en ser lo que Dios quiere que sea, se me vienen varias ideas a la mente y por mucho tiempo pensé que debía ser alguien perfecto, sin fallas, como todo un apóstol de la Biblia, como un santo. Claro que no estaba viendo la realidad de la vida de los apóstoles ni de los santos, que son hombres como nosotros llenos de fallas y tentaciones como yo, pero con una pequeña diferencia que cambiaba todo el resultado de sus vidas. Esa diferencia se llama: sinceridad.
Me gustaría que veamos juntos como la sinceridad nos ayuda ser lo que Dios quiere que seamos, y de que sinceridad estamos hablando.
Esta sinceridad es básicamente reconocer lo que soy en realidad ante Dios, ante mí mismo y ante los demás, mirarme al espejo y decir: sí, yo soy así. No puedo ocultarlo, no puedo negarlo, pero Dios te pido que tú seas el que de ahora en más me guie a ser lo que tú quieres que sea.
Veamos tres áreas de la vida de un joven donde hay conflictos para ser lo que Dios quiere.


Identidad
La identidad no es una cédula, ni la ropa, ni la música que escuchas, estos son identificaciones; las cosas que usas para identificarte, ya sea con un grupo de personas o línea de pensamiento. Pero la identidad es lo que somos en nosotros mismos, no lo que mostramos que somos. Identidad es tu YO, lo que eres en lo más profundo de tus pensamientos, lo que en realidad eres.

Pro 23:7  Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él.
 Come y bebe, te dirá;
 Mas su corazón no está contigo.
Cuando recién llegue a Ecuador una de las primeras cosas que me gustó fueron los bolones. Así que, hecho todo un experto fui a comprar platano verde… claro, estamos hablando de identidad y yo mostraba mi identidad de argentino que todo lo sabe, y el vendedor de alguien que realmente sabe y me engañó, me dio guineos verdes (bananas verdes). Al llegar a la casa, el muchacho que me iba a enseñar a hacer bolones comenzó a reírse y burlarse de mí, porque me vendieron mal los verdes. Me sentía realmente tonto. 

Pero puedo entender dos cosas:
1-      que el guineo por más que se esfuerce y trate, nunca será un verde, porque su naturaleza es diferente, aunque los inexpertos como yo lo confundan jamás podrán hacer un buen bolón.
2-      que mejor es ir a comprar con alguien que sí sabe. 

La identidad como cristiano es algo que debemos mostrar en todo lugar, en todo tiempo. No es una camiseta que nos ponemos como hinchas, no es una forma de vivir, no es un estilo de vida, no es un ideal de vida, es vivir nuestra propia vida, lo que en realidad somos, nuestra nueva naturaleza, CRISTIANOS!!. 

Col 3:1  Si,  pues,  habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.
2  Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
3  Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.
4  Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.
5  Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría;
6  cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia,
7  en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas.

Gal 2:20  Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Muchos tratan de vivir forzadamente una vida que agrade a Dios y ser santos, cuando en realidad debo dejar que Cristo ocupe más en mi vida, morir yo y dejar que su Espíritu guie mi vida. Sí es cierto que es una lucha con la carne, pero si trato de trabajar y trabajar sin entender que en realidad mi vida cambió y ahora soy cristiano, un hijo de Dios, salvo por la sangre de Jesús, comprado por Él y justificado, veré que mostrar al resto lo que realmente soy no es tan difícil.
Nadie se avergüenza de decir que es de un equipo de futbol, si el resto piensa diferente o no le gusta, que se las aguante, yo soy así y punto!!!. Porque esto es lo que está en nosotros lo que llevamos en la piel.
Del mismo modo debemos identificarnos con Cristo, ser un reflejo de Él, mostrarlo en todo lugar que esté, en la forma de actuar, de pensar, de amar, de divertirme, de hablar.

Cuando Pedro negó a Jesús hizo lo siguiente:
Mar 14:69  Y la criada, viéndole otra vez, comenzó a decir a los que estaban allí: Este es de ellos.
70  Pero él negó otra vez. Y poco después,  los que estaban allí dijeron otra vez a Pedro: Verdaderamente tú eres de ellos; porque eres galileo, y tu manera de hablar es semejante a la de ellos.
71  Entonces él comenzó a maldecir, y a jurar: No conozco a este hombre de quien habláis.
 
Testimonio es mostrar a otros lo que somos y lo que hay en nosotros, es reflejar todo lo que está en mi vida. Y aunque trate de fingir de algún modo va a mostrarse.

IGUALES, PERO DIFERENTES 
El carbón y el diamante son del mismo material: de carbón.  El carbón absorbe la luz; el diamante la refleja. Hay cristianos que son semejantes al carbón y los hay que son semejantes al diamante. Al examinar sus creencias, son iguales; pero al examinar su experiencia religiosa... y al observar su vida, sus costumbres, su utilidad en la iglesia y en la sociedad... ¡no son iguales! Uno es opaco y otro es luminoso.  Cada cristiano debe examinarse para saber si es carbón o si es diamante.  

Carácter
Hay que diferenciar bien este tema del carácter para que sepamos de qué estamos hablando.
Temperamento: es la resultante de la combinación de rasgos congénitos que afectan el comportamiento del hombre. Estos se disponen genéticamente en base a la nacionalidad, la raza,  el sexo y otros factores hereditarios. Algunos sicólogos sostienen la idea que son más los genes recibidos de los abuelos que de los padres. Los rasgos temperamentales son tan impredecibles como el color de ojos, del cabello o el tamaño del cuerpo.
Carácter: es el “YO” verdadero. 1Pe. 3: 4 “el hombre oculto del corazón”. Es el resultado de nuestro temperamento natural modificado por la formación que recibimos en nuestra infancia, educación, actitudes, creencias, principios y motivaciones básicas. Es el ALMA del hombre, constituida por la mente, las emociones y la voluntad.
Personalidad: es la exteriorización de nuestro “YO”, que puede o no confundirse con nuestro carácter según sea nuestra autenticidad. Es una conveniente fachada que cubre un carácter débil o desagradable. Excelente formula para un caos mental y espiritual. 1Sam. 16: 7; Prov. 4: 23. Es dentro del hombre y no fuera de él el sitio adecuado para cambiar el comportamiento.

Resumen:
1-      Temperamento es la combinación de los rasgos con que nacemos.
2-      Carácter es nuestro temperamento civilizado.
3-      Personalidad es el rostro que mostramos a los demás.

Carácter es lo que soy cuando nadie me ve
Tener carácter es ser genuino, es vivir de acuerdo a  lo que soy en realidad, a mi naturaleza, a mi vida en Cristo. Ser cristiano y vivir como tal. Es actuar normalmente no intentar aparentar o ser alguien para agradar a otros.
Esto no quiere decir que debo vivir sin importarme el resto, sino vivir de acuerdo a lo que soy.

1Jn. 3:1  Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.
2  Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.
3  Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.

Si entiendo que no debo fingir una vida cristiana sino vivir mi vida en Cristo, será más fácil mostrar a Cristo en mí, tener un carácter de acuerdo al Suyo.
La falta de carácter te lleva a vivir la regla de TRES COMPLEJA: No sé, No tengo, No puedo. Es la forma en que algunos se justifican para no hacer ni vivir como Dios quiere.
Algunos dicen: es que mi prioridad son los estudios, o mis padres y no puedo hacer eso para Dios ahora. Sí claro que  esas son sus prioridades, pero es obvio que Dios no es su prioridad, que vivir conforme a su voluntad es algo secundario. 

Ecl. 12:13  El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.

El carácter no es hacer buena letra, no es mostrar a otros lo buen cristiano que soy, sino ser realmente lo que soy en mi interior, en mis pensamiento.
No tengo otra cosa más importante en esta vida que conocer más a Dios, servirle y ser de bendición, porque para eso Dios me salvó, me dio un nuevo camino y me llamo a ser bendición. La vida es muy corta y poca como para gastarla en simples cosas que no son eternas, en algo que pasa tan rápido como el tiempo.

Es que mis amigos!!! Muchos de tus amigos hacen burla de los cristianos y aun de ti mismo, no los rechaces pero pon en la balanza, ellos viven así, porque no tienen a Jesús en su corazón.
La bulimia, el suicidio, la depresión, los complejos de identidad, la distorsión en la orientación sexual, la rebeldía a los padres son cosas que caracterizan a la juventud de hoy, pero no quiere decir que sea la norma de vida, ni que no afecte a los cristianos, pero nosotros tenemos a Cristo, ellos no tienen a quien buscar, a quien recurrir ni rogar por ayuda, ni al Espíritu Santo para ser fortalecidos pero nosotros sí. Entonces que no importe lo que digan tus amigos cuando tienes más ventajas que cualquiera en tu vida.

Ef. 2:10  Porque somos hechura suya,  creados en Cristo Jesús para buenas obras,  las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
1Pe 3:9  no devolviendo mal por mal,  ni maldición por maldición,  sino por el contrario,  bendiciendo,  sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.

Esta conducta debe ser el resultado de lo que hay en nosotros no un esfuerzo por ser buenos, sino lo que hay en mi corazón y en mi vida, porque sé que soy esto. Soy de Cristo y soy de bendición.

Responsabilidad con la iglesia
No quiero dar un sermón de por qué debemos asistir a la iglesia, pero quiero que razonemos lo que antes vimos.
1-      Tengo una nueva naturaleza y nueva identidad, por lo tanto no soy como el resto.
2-      Esta nueva naturaleza e identidad me dan ventajas sobre el resto porque pertenezco a Cristo.
Ahora con todo esto, es obvio que el resultado también debe ser diferente: vivir en coherencia con lo que soy.
La iglesia no es un lugar solo para viejos y viejas que no tienen otra cosa más que hacer, y que porque ya vivieron y probaron todo en su vida ahora vienen a sentarse y juzgar y criticar a los jóvenes, es cierto hay de esos viejos, pero… la iglesia es el cuerpo de Cristo y Él la cabeza. La iglesia es el lugar donde Dios me puso para que ejercite mis dones y talentos, no los puedo ejercitar en otro lado.
Si tengo el don de maestro o de enseñanza, o de servicio o de misericordia, ¿Dónde lo mostraré?, si es cierto el mundo necesita de estas cosas y yo podría viajar por todo el país a ayudar a gente necesitada, pero Dios puso los dones con un propósito y lugar.

Ef. 4:11  Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,
12  a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,
13  hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
14  para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error,
15  sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo,

El lugar más seguro, de mayor contención y donde podré desarrollar estos dones, es la iglesia, pero es difícil crecer y desarrollarlos si no asisto, si no me involucro.
Comisión Juvenil surgió cuando hace dos años atrás, hablaba con un joven en la iglesia y me dijo:
-          "En la iglesia no hay nada que hacer".

Por dentro me daba ganas de darle un golpe en la cabeza y mostrarle las necesidades de la iglesia… Cómo que  no hay nada para hacer!!! Decía yo, pero ¿saben? Él tenía razón, no había cosa para hacer porque no estábamos brindando actividades donde se podía involucrar y entonces surgió todo este ministerio, con el objetivo de llevar al joven al servicio y extensión de la iglesia. 

Somos necesarios para la iglesia local, no hay futuro sin jóvenes, y si no nos involucramos ahora no lo haremos después. Algunos esperan llegar a cierta edad para hacerlo, pero cuando llegues a esa edad habrá otras cosas que se interpongan, familia, esposa, trabajos, responsabilidades, compromisos. Cuando llegues a esa edad dirás: No sé como hacerlo, así que mejor me tomo un tiempo para prepararme.

¿Una vela, espera llegar a la mitad o al final para dar luz?
Nooo cuando se enciende desde el principio da luz.

Ecl. 11:9  Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará Dios.
10  Quita, pues, de tu corazón el enojo, y aparta de tu carne el mal; porque la adolescencia y la juventud son vanidad.

Así que sólo tenemos dos opciones: o vivimos como Dios quiere, naturalmente de acuerdo a nuestra nueva vida en Cristo, o seguimos siendo un carbón en bruto absorbiendo luz y sin brindar nada más que suciedad a los que están a nuestro alrededor. 

Vivir sirviendo a Dios siendo obediente, o esconderme tras las apariencias.

Un cristiano tibio no es feliz en ningún lado. En el mundo no es feliz porque sabe que pertenece al cielo. Entre los cristianos tampoco porque sabe que ama al mundo.

Heb 10:39  Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición,  sino de los que tienen fe para preservación del alma.

Heb 12:28  Así que,  recibiendo nosotros un reino inconmovible,  tengamos gratitud,  y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia;

Vivamos así: glorificando a Dios con nuestras vidas.

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