viernes, 14 de diciembre de 2012

¿Qué tienes contra Dios?

Definitivamente, cada vez que lo pienso más, más me lo reconfirmo: “pecamos porque no estamos conforme con Dios”; o mejor dicho no estamos conforme con lo que Él nos da. ¿No fue esta la propuesta en el Edén?, “Dios no te ha dado lo mejor – dijo el diablo – sólo lo que Él quiere darte, pero en realidad te prohíbe cosas, no te deja ser libre.” Muy sutil y tramposo razonamiento, es por eso que pecamos, aun teniendo todo de parte de Dios, siempre pensamos que el mundo nos puede dar algo un poco mejor o que Dios no nos da todo lo que merecemos.
Dios preguntó a su pueblo:
Jeremías 2:5  Así dijo Jehová: ¿Qué maldad hallaron en mí vuestros padres, que se alejaron de mí, y se fueron tras la vanidad y se hicieron vanos?

A los ojos de los hombres Dios había cometido el error, Dios dejó de atenderlos, no les dio lo que pidieron y buscaron en otros lados. Dios en un acto de amor confronta a su pueblo, le muestra cuanto le interesa tener una buena relación con ellos, Él sabe que es lo mejor para ellos. Dios es el que busca arreglar las cuentas con nosotros, pero muchas veces en nuestra necedad nos comportamos peor que los que no creen en Él y dejamos lo mejor del mundo por lo vano y superficial del pecado, por lo momentáneo cambiamos lo eterno; lo realmente valioso por baratijas de plástico. Dios continuó en su búsqueda de restaurar la vida de su pueblo y pregunta otra vez:  
Jeremías 2:11  ¿Acaso alguna nación ha cambiado sus dioses, aunque ellos no son dioses? Sin embargo, mi pueblo ha trocado su gloria por lo que no aprovecha.
12  Espantaos, cielos, sobre esto, y horrorizaos; desolaos en gran manera, dijo Jehová.
13  Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua.

¿Has pensado en las consecuencias de no estar cerca de Dios?, ¿de alejarte de Él? Y no es que Dios te va a castigar por lo abandonas, sino que vas a sufrir las consecuencias de vivir según este mundo, desaprovechando la ventaja de tomar agua pura y viva, agua Eterna de Él, vas a arruinar tu vida, porque en el mundo sólo encontrarás eso.

Hazte estas preguntas hoy, al leer esto  imagínate que Dios te está examinando y responde con sinceridad; cuídate de no sufrir los males: “dejar de disfrutar de lo verdadero junto a Dios y caminar por un camino de dolor”. Te animo a que toda tu vida esté llena, saturada de la presencia de Dios.

martes, 11 de diciembre de 2012

¿Me afecta la Navidad?

Siempre me he preguntado si la navidad debería afectar mi vida. Sí, es un tiempo donde todos se sensibilizan, el amor es lo que todos proclaman y últimamente lo comercial es lo que prima. Pero como cristiano ¿debe afectarme la navidad?. Justamente como hijo de Dios debe y mucho.
La navidad no es el mero hecho de poner un árbol con luces de colores y llenarlo con regalos, eso es lo que nos han vendido en el día de hoy. Obviamente que es recordar el nacimiento de Jesús, Dios hecho hombre. Y es ahí donde muchos tropiezan, aceptan a Jesús como salvador, a veces por verlo sangrante en una cruz y piensan: “Pobre Jesús, claro que le entrego mi corazón, si Él entregó su vida por mí, lo menos que puedo hacer es darle mi corazón.” Pero, yo no debo aceptar a Jesús en mi corazón porque Él sufrió sino porque es la única manera de ir al cielo, es Dios en la forma de hombre que vino a salvarme.
El hecho de que Jesús naciera, marca un antes y un después. Es como si de pronto por alguna razón en el patio de tu casa se levantara del suelo una gran roca, no la puedes remover, no la puedes partir, no la puedes quitar. Entonces tienes que aceptar el hecho de que debes vivir con eso por el resto de tu vida. Puedes optar por hacerte el ciego y pensar que no está ahí pero no es verdad, o puedes adecuar tu vida a la presencia de LA ROCA en tu casa. Del mismo modo Jesús llegó a nuestro patio, a este planeta y el que Él naciera debe afectar tu vida; ¿qué piensas hacer con esta verdad?, ¿harás como que nada pasa o vivirás según su presencia?
Siendo cristianos, debemos vivir según esta realidad, no festejar navidad porque es un tiempo de amor y buenos deseos sino por el hecho de que Dios mismo descendió y está en tu corazón ahora. Esto tiene muchas implicaciones, como por ejemplo: reconocer que Él existe, que vino para salvarnos, que se fue a prepararnos un lugar y que pronto volverá, mientras tanto debemos vivir esperando su regreso; debemos honrarle con nuestras vidas.
Pensar que Jesús no vino y que navidad es una campaña de mercado para vender cosas a fin de año, es como negar que no hubo diluvio, que no cayeron realmente los muros de Jericó o que no se dividió el mar Rojo. Negar algunas de estas cosas es desacreditar toda la Biblia, porque sacas uno de estos versículos o lo niegas y haces de Dios un mentiroso y aun tu fe se vuelve nada. Negar el nacimiento Jesús quita de tus posibilidades encontrar salvación porque sólo Él es “el Camino, la Verdad y la Vida”
Hch 4:12 ¡Sólo en Jesús hay salvación! No hay otro nombre en este mundo por el cual los seres humanos podamos ser salvos. (Biblia La Palabra de Dios para todos – 2008)
No importa si crees o no en Jesús, no importa si dices que eres ateo o agnóstico o de cualquier religión o filosofía, no puedes quitar el hecho de que Dios tomó la forma de hombre y murió en una cruz por ti. La Navidad existe no por los regalos ni por el amor que sienten las personas; la navidad es real porque Dios, el único y verdadero Dios, se hizo hombre y habitó entre nosotros para rescatarnos de la esclavitud del pecado y darnos vida eterna, una vida nueva junto a Él en el cielo. Si lo crees o no, no cambia lo que Dios hizo; que lo ignores o no, no resta poder ni amor ni perdón ni paz a Dios. Él te puede dar todo esto, si aceptas a Jesús como tu salvador. ¡Feliz Navidad!