¿Qué piensas cuando eres acosado o maltratado? Puede ser que te sientas
solo o desvalido. Puede que pienses que se olvidaron de ti o peor, que Dios no
tiene cuidado y te dejó solo en este tramo de la vida.
Es curioso pero siempre que pasamos por momentos de aflicción nuestra
tendencia es mirar hacia nosotros mismos y claro, nunca encontramos fuerza ni
valor para enfrentar todo esto. Miramos a los problemas, las amenazas y vemos
que no podemos hacer nada. Comenzamos a sufrir en todos los aspectos de nuestra
vida, físico, emocional y espiritualmente. Es curioso porque nos olvidamos de
promesas como: “aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno…”
o “nunca te dejaré ni te desampararé”. Creo que sufrimos de amnesia en esos
momentos.
Me gusta la actitud del salmista
al preguntar a sus adversarios lo siguiente, usaré la versión moderna para esta
ocasión:
Sal 52:3 ¿Por qué presumes, bravucón, de tus delitos? El amor de Dios
es constante.
Mira, pueden haber muchos bravucones que te acosen día y noche, y no sé
si estás viviendo algo así, pero déjame recordarte la otra parte de este
pasaje: EL AMOR DE DIOS ES CONSTANTE.
No te preocupes por lo que pase, porque quien te persiga, confía en el
amor de Dios. Si hay algo constante en esta vida ese es Dios. Su amor no tiene
fin, es eterno como Él, porque es la esencia de su ser, Dios no sólo tiene
amor, sino que Él es Amor. Es Eterno, nunca se va a acabar, no tiene fin. Te voy
a recordar otro versículo: “con amor ETERNO te he amado”.
Puede ser que todo el mundo se te venga encima, quizá por tu propia
culpa o pecado, pero eso no hace que el amor de Dios deje de ser constante para
ti. Dile a tus adversidades: “EL AMOR DE DIOS ES CONSTANTE”, no temas Él está a
tu lado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario