martes, 24 de enero de 2012

¿Miedo al 2012?

Mucho se ha dicho sobre las predicciones mayas sobre el 2012; han hecho películas, documentales, se han escritos libros y muchos artículos en la Web. Pareciera que todo el mundo entró en una psicosis con respecto a esto.

Hace unas semanas atrás fui a imprimir unas tarjetas personales de presentación y la persona que me atendió me dijo: ¿para qué imprime tarjetas para este año, no sabe que se va a  acabar el mundo?; yo le dije: “si crees en eso entonces renuncia a tu trabajo y anda a pasar los últimos días con tu familia”. Me miró, sonrió y no dijo nada más.

Es interesante lo que piensa la gente, creen cualquier cosa que diga un investigador de National Geographic o BBC. Creen en los dichos de una bruja o en los cuentos de un parasicólogo, buscan encontrar respuestas en un horóscopo. Me pongo a pensar en esto: si fuera real lo del fin del mundo en el 2012, ¿por qué el horóscopo de Walter Mercado no anuncia a nadie que va a morir este año y sigue anunciando prosperidad?. Es que son sólo patrañas, mentiras que aumentan el morbo de la gente, la necesidad de encontrar algo místico en todo lo que ve.

Pero esto no es nuevo, ¿se acuerdan de Nimrod?, él fue el primer hombre que se hizo rey, y construyó una gran torre en Babel. No pienses que Dios destruyó la torre porque tuvo miedo de que Nimrod llegue hasta el cielo, obviamente que eso era imposible. El hecho era que en esa época, la gente quería estar lo más cerca de las estrellas y adorarlas y estudiarlas. Es un hecho comprobado arqueológicamente que muchas edificaciones antiguas tenían esta especie de terraza como observatorio astronómico, y de ahí viene todo esto de la astrología.

La curiosidad del hombre lo lleva a transitar por caminos errados, por no querer buscar a Dios, busca en agoreros, en chamanes, en brujas que ahora las llaman astrólogas. El punto es que si consultas con ellos no importa como es tu vida, ellos no se meten contigo; pero si vas a Dios sabes que tu vida queda expuesta y que su Santidad demanda santidad y tú eres pecador, por lo tanto debes arreglar tu vida con Él. Por eso nadie quiere buscar la verdad en Dios.

Dios tiene algo que decirte, espero que lo quieras oír:

Jeremías 10:2  Así dijo Jehová: No aprendáis el camino de las naciones, ni de las señales del cielo tengáis temor, aunque las naciones las teman.

No gastes tu dinero y tiempo en los charlatanes del mundo, aunque todos le teman, tú no debes temer. No vivas según el pensamiento del mundo, un pensamiento guiado por el designio de Satanás que sólo quiere alejar al hombre de Dios. Aunque la gente la llame ciencia, no siempre quiere decir que sea la verdad.

Santiago 3:15  porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica.

Lo único seguro, sustentable y eterno es la Palabra de Dios. Si desechas la profecía, tu camino será con un destino tenebroso, que sólo está lleno de temor y angustia. Mucha gente no puede tener gozo ni esperanza eterna porque escuchan las patrañas de los demonios. Pero cuando llegamos a Cristo podemos tener fe y esperanza viva. No te creas las mentiras del mundo, no aprendas sus caminos, no creas las señales que ellos ven en un tronco, en el cielo o en una pared. Confía en Dios y no serás defraudado.

domingo, 22 de enero de 2012

Yo también lo uso

Dicen que es el argenitito que todos llevamos dentro, que si los argentinos nos queremos suicidar nos subimos a él y nos lanzamos, pero como buenos argentinos estamos orgullosos de nuestra humildad. No vamos a hablar de la humildad, sino del orgullo. Es una herramienta de defensa para algunos, para otros una táctica para conseguir cosas, para otros el valor que los impulsa a alcanzar sus metas. Es como un mal con 4 caras, con disfraces oportunos para la ocasión, que usamos según la necesidad y el momento, pero que todos lo usamos. Nadie está libre de él, desde los gobernantes hasta el mendigo de la calle.

“Nuestro carácter nos hace meternos en problemas, pero es nuestro orgullo el que nos mantiene en ellos.” - Esopo - Fabulista griego.
“Si eres orgulloso conviene que ames la soledad; los orgullosos siempre se quedan solos.” - Amado Nervo - Poeta, novelista y ensayista mexicano.
“Mucho más que los intereses es el orgullo quien nos divide.”- Auguste Comte - Filósofo francés.
“Lo único capaz de consolar a un hombre por las estupideces que hace, es el orgullo que le proporciona hacerlas.”- Oscar Wilde - Dramaturgo y novelista irlandés.

Debemos diferenciar entre varios tipos de orgullos:
1.    Orgullo nocivo
2.    Orgullo positivo
3.    Pseudo  orgullo
4.    Pseudo humildad

El orgullo es la satisfacción personal por alguna cualidad nuestra o algo relacionado con nosotros. Cuando esta satisfacción es excesiva y comienza a menospreciar a los demás es cuando pasa a ser una cualidad negativa. El orgullo está muy ligado con el ego y, en su justa medida, nos impulsa hacia la realización de acciones en las cuales, el esfuerzo motivado y la creatividad, hacen posible, verdaderas hazañas, expresando un regocijo feliz y un comportamiento social de ayuda altruista. Entonces nuestro orgullo ha servido para afianzar nuestra confianza imprimir fuerza de ahincó y tenacidad, elevando nuestra autoestima.

Pero mira lo que dice Dios sobre el orgullo:
Levíticos 26:19  Y quebrantaré la soberbia de vuestro orgullo, y haré vuestro cielo como hierro, y vuestra tierra como bronce.

Orgullo nocivo
Cuando el orgullo excede nuestra consciencia se convierte en nuestro tirano, creando una ceguera que nos lastima severamente a nivel físico, psicológico y espiritual.
Conductas que definen un orgullo nocivo para la vida:
•    Si vives pendiente de las apariencias y necesitas estar en primera fila, porque supones que perteneces a una clase superior.
•    Si crees que tienes preferencia sobre todos.
•    Si crees que nunca te equivocas y los demás sí.
•    Si te has estancado en una posición y no admites otras opiniones ya que lo tuyo es lo perfecto.
•    Si eres tú el que habla siempre, minimizando la opinión de los demás.
•    Si te crees imprescindible y todo lo que posees es mejor que lo de los demás.
•    Si no aceptas sugerencias para mejorar algo, solo porque no se te ocurrió a ti.
•    Si te aferras a una postura defendiéndola sin límites y sin aceptar un margen de error o corrección, sin reconocer el fracaso.
•    Si haces cosas contrarias a las que te dictan tus sentimientos aun dañando y dañándote.

Soberbia y orgullo, son propiamente sinónimos, al igual que: altivez, arrogancia, vanidad, etc.
Lo contrario sería: humildad, modestia, sencillez, etc.
El orgullo es disimulable, e incluso apreciado, cuando surge de causas nobles o virtudes, mientras que a la soberbia se la concreta con el deseo de ser preferido a otros, basándose en la satisfacción de la propia vanidad, del Yo o ego. Por ejemplo, una persona orgullosa o soberbia jamás se "rebajaría" a pedir perdón o ayuda.

Narcisismo es una alusión al mito de Narciso, amor a la imagen de sí mismo. Amor que dirige el sujeto a sí mismo tomado como objeto, sobre estima sus habilidades y tiene una necesidad excesiva de admiración y afirmación.

El orgullo positivo
¿Podemos pensar que hay algo positivo en el orgullo?, si vemos como el valor que tenemos para no dejarnos llevar por las circunstancias y los problemas, sí. Pero el orgullo es el sentimiento de satisfacción por los logros alcanzados, podemos estar orgullosos de nuestros padres, hijos, de la iglesia, de los amigos. 

Pseudo orgullo
El orgullo es una emoción basada en logros con sustento real, aunque también existe un “pseudo orgullo” fruto de un incremento de las fuerzas narcisistas que hacen que una persona se crea más de lo que es. Cuando una persona cree que es más que los demás, pero por razones irreales, es una forma de no mostrar sus debilidades, de hacerse grande para cubrir sus fallas. No tiene nada de qué estar orgulloso y se vuelve un soberbio para no permitir que otros vean sus defectos.

Romanos 12:3  Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.

Pseudo humildad
Este es el orgullo característico de la mayoría de los cristianos. Querer mostrar que no necesita nada por humildad. No quiere recibir reconocimiento, ofrenda o ayudas, quiere que le vean como que están en angustias por la mano de Dios y sólo piden oración. Es como el que ayuna pero no se lava la cara, para que todos vean en la angustia que pasa.

Este tipo de orgullo cierra la puerta a la provisión de Dios, a la bendición que otros hermanos podrían recibir por ayudarle, es un sentimiento mentiroso de querer aparentar fortaleza cuando no lo hay o bajeza cuando tampoco existe, quieren mostrar pena y lastima, debilidad y pobreza cuando tienen todo a su disposición para gozar de la gracia de Dios. También se manifiesta en el sentido de que la persona hace cosas y espera reconocimiento, dice que no espera pagas pero lo hace con la intensión de que lo vean obrar.

Ejemplos de orgullo: la vida de Saúl, Gedeón, Amán.

¿Qué hacer con el orgullo?. Confesarlo como pecado. No podemos vivir con él a nuestra cuesta, nos devastará, hará que perdamos amigos, bienes y fuerza. Por el orgullo vamos a continuar en una dirección sin retorno por no pedir ayuda. Por creer que sabemos más que Dios.

Proverbios 21:4  Altivez de ojos, y orgullo de corazón,
 Y pensamiento de impíos, son pecado.

Proverbios 6:16  Seis cosas aborrece Jehová,
 Y aun siete abomina su alma:
6:17  Los ojos altivos, la lengua mentirosa,
 Las manos derramadoras de sangre inocente,

2Timoteo 3:1  También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos.
2  Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos,
3  sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno,
4  traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios,
5  que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.

Dios aborrece la soberbia y el orgullo, se mantiene lejos de aquellos que viven de esta manera, la única forma de combatirla es viviendo como su Hijo Jesucristo, en humildad.

viernes, 20 de enero de 2012

Sólo es cuestión de tiempo, lo sé.

Tiene todo el tiempo del mundo, o por lo menos más que tú. Mira desde los rincones donde no lo puedes ver; está agazapado, al acecho, se queda como inmóvil sólo viendo que harás con la carnada que te puso. Él sabe perfectamente que es sólo cuestión de tiempo, hay que esperar y pronto picará. No sé si inventó la pesca, pero es un experto. Usa diferentes tipos de carnadas, algunas son más apetitosas que otras, pero todo es cuestión de gustos. Satanás usa la misma estrategia que la primera vez. Te muestra, te seduce y te hace caer.

La Tentación, su carnada; no es pecado inicialmente, sí como lo leíste, no lo es. La tentación es el medio, el canal por donde te guía a pecar. La tentación es la propuesta que apela a tus apetitos para que peques contra Dios. Satanás sabe que si pone la carnada correcta y espera, está al acecho, pronto atrapará al incauto. Así que se coloca en un lugar donde no lo veas, no te molesta y espera a que rondes su anzuelo y pruebes un poquito, luego te atrapa y hace leñas de tu vida.

Veamos como es su estrategia:
1-    Te muestra: hace que mires lo que él sabe que es tu debilidad, para esto él te observó primero, te estudió, te probó en otras ocasiones, conoce tus reacciones y tiene algunos secuaces que te vigilan y saben todos tus movimientos. Entonces sabe donde estás, con quién y de qué ánimo; luego pone su trampa.
2-    Te induce: te hace razonar, obviamente con su razonamiento. Te habla al oído, te dice que mereces tener eso, que si Dios no te lo da es porque no se preocupa de ti y que puedes tenerlo por tu propia cuenta; quizá Dios lo dejó en tu camino para que lo uses. Te zalamea, habla con palabras que lo hacen ver como preocupado por tus intereses y necesidades, pero es parte de su trampa.
3-    Te desgarra: una vez que caíste en su trampa hace pedazos tu autoestima, te atormenta con reproches y burlas, ridiculiza tu fe y se burla de Dios. Dice: “lo logré, gané otra vez”.

Esta estrategia la uso con Eva y con todos nosotros y siempre le funcionó, mira estos pasajes:

Génesis 3:6  Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.

Josué 7:20  Y Acán respondió a Josué diciendo: Verdaderamente yo he pecado contra Jehová el Dios de Israel,  y así y así he hecho.
21  Pues vi entre los despojos un manto babilónico muy bueno,  y doscientos siclos de plata,  y un lingote de oro de peso de cincuenta siclos,  lo cual codicié y tomé;  y he aquí que está escondido bajo tierra en medio de mi tienda,  y el dinero debajo de ello.

1Juan 2:16  Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.

La estrategia es mostrarte, captar tu atención. Inflar tu ego con pensamientos que te dicen que mereces eso y luego pecas. Otro nombre para Lucifer es justamente: Tentador.

Santiago 1:13  Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie;
14  sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.
15  Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.

Pero tranquilo, la tentación no es pecado, te puede hacer pecar. Déjame explicarte, no quiero crear dudas o conflictos en tu vida. La tentación mueve a tus apetitos, o sea tu concupiscencia y ella entra en acción caes en pecado. Supongamos que una persona se levanta del asiento de adelante tuyo en el tren y deja caer su billetera. Tú necesitas dinero, es tu oportunidad de conseguir algo. Escuchas una voz que te dice: “es provisión del cielo”. Miras, nadie te mira, lo piensas… hasta ahí no hay pecado, pero si comenzaste a codiciar, y lo tomas, sí pecas. Pero si lo tomas y lo devuelves no. El primer encuentro con la tentación es casual, o sea es casi inevitable. Puedes estar viendo televisión y aparecen imágenes un tanto provocativas, no puedes evitarlo, aparecieron, pero de ahí en más depende de tu decisión, si das rienda suelta a tus apetitos o das lugar a la obra del Espíritu Santo, y cambias de canal.

Te doy el mayor ejemplo. El Señor Jesús, fue tentado pero no pecó. La tentación no fue una sola vez, dice el evangelio de Lucas que fue tentado por 40 días y luego de la tentación que todos conocemos por el relato, concluye diciendo que se apartó de Él por un tiempo. O sea que a lo largo de su ministerio y vida fue tentado. Lee por favor Lucas 4:1-13. Hay más en el libro de Hebreos dice:

Hebreos 2:14  Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo,
15  y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.
16  Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia de Abraham.
17  Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo.
18  Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados.

Hebreos 4:14  Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión.
15  Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
16  Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.

1Pedro 2:21  Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas;
22  el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca;
23  quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente;
24  quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.


¿Necesitas más versículos?, no creo, estos te muestran que Jesús al igual que tú y yo fue tentado pero venció la tentación, no se sujetó al pecado. Y es quien nos puede librar de la seducción del pecado. Es quien puede salvarte de las asechanzas del enemigo, puede borrar todo tropiezo si miras en la dirección correcta, la cruz.



(Aclaración: Acecho es cuando un animal vigila y trata de atacar a su presa. Y Asechanza es la intensión de engañar a alguien).

jueves, 19 de enero de 2012

Una realidad indiscutible

Es algo que no puedes esconder, en el trayecto de tu camino se nota, es como la tos en algún momento te delata, se hace presente. Conozco gente importante que la posee, son adictos a ella y no pueden separarse. He visto hombres y mujeres de negocios que fracasan por no poder librarse de sus efectos nocivos.

En algunos pareciera que se trata de una doble personalidad. Son de una forma en su trabajo y otra en su casa, en la iglesia un santo y entre sus amigos el más vivo, el bacán, el que todo lo sabe.

Así es la inconstancia, muchos padecen su enfermedad; enfermedad que tiene un único antídoto en las manos del Espíritu Santo, el remedio viene de Dios, nace y crece en aquel que permite al Espíritu dar sus frutos. La inconstancia sólo se cura con el dominio propio.

Dice la Biblia:

Santiago 1:8  El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.

Por más de que trates de ocultar tu falta de carácter e inconstancia, se nota; porque se ven en todo tu andar. He escuchado promesas de jóvenes que me dicen que van a cambiar, que no van a volver a caer en sus debilidades, pero no son constantes en sus trabajos ni estudios, tampoco lo son con sus tareas del colegio ni responsabilidades de la casa. No son fieles en lo poco, tampoco en lo mucho. Esa es la característica: si eres inconstante, lo serás en todo. De la misma manera si eres fiel, lo serás en todo.

Muchas veces pensamos que la vida espiritual no tiene relación con lo secular, como si existiera tal concepto de secular. Intenta definir secular, ¿es lo que no corresponde a Dios?, ¿hay algo en tu vida donde Dios no tiene incumbencia?, dime en qué área de mi vida puedo excluir a Dios y veré si puedo vivir con eso; porque la verdad es que no cabe en mi mente un área de mi vida donde Dios no tenga preminencia.

¿Puedo levantarme una mañana y decir: hoy voy a salir a trabajar y como mi trabajo es secular, “Dios, lo siento no puedes ir, este trabajo es mio, yo lo tengo por mis propios méritos y todo lo que gano es mio porque tú no tienes relación con lo secular, y yo doy parte de esto como ofrenda porque te estimo mucho, pero Señor, espero que algún día me des un trabajo cristiano para honrarte en todo”?. Perdóname pero eso me parece una gran tontería.

¿Cómo puedo vivir sin Dios?, pero el hombre de doble ánimo, sí lo hace. Vive de una forma delante de algunos y de otra frente a los demás, lo más gracioso es que se nota, todo mundo se da cuenta de lo variable que es; no puede mantenerse en una actividad por más de tres meses, no puede mantener una relación por más de un año; no puede completar un plan de lectura bíblica ni terminar un libro. Cuando menos se da cuenta pierde el interés, y claro argumenta “que es aburrido”.


Si no aprendes a disciplinarte y acabas lo que comenzaste, sino dejas que el Espíritu tome control de tu vida, de su fruto, que te guie a ser constante; déjame anunciarte que tu vida girará sin norte, sin triunfos. Que un pez haya saltado a tu bote, no quiere decir que tuviste una buena pesca. Que hayas encontrado un sobre con mucho dinero en tu patio no quiere decir que eres un hombre exitoso en los negocios. El éxito y el triunfo en la vida: es el fruto de esfuerzo y la preocupación, de la constancia.

En el promedio, los que triunfan por lo general no son los más inteligentes, sino los cabeza dura, que no se rinden, pues ellos ganan donde otros se dieron por vencidos. Ser constante te dará mucho fruto, forjará el carácter que Dios quiere formar en ti, hará que puedas llegar donde otros no se animan, donde otros nunca lo harán porque se bajaron del tren.

miércoles, 18 de enero de 2012

Yo crezco y ¿te enojas?

¿Tuviste la sensación de que a medida que haces cosas, de que emprendes proyectos o sirves a Dios hay personas que se molestan por ello?, pareciera que no les gusta que crezcas, como si el hecho de que hagas algo bueno fuera malo.

Podemos ver a lo largo de la historia y también en la Biblia que cuando alguien comenzaba a hacer algo nuevo, algunos se oponían. La oposición es parte del crecimiento. Es decir, cuando te mueves o comienzas a crecer, los que nunca hacen nada se molestan porque haces ver su inactividad. El mayor signo de avance es la queja de los que están parados al costado del camino: “¡eh! ¿qué haces? No te muevas, haces ver que no hago nada.” Eso es prácticamente lo que dicen.

La oposición puede venir de varios frentes: del mundo, de la familia, de los amigos, de la iglesia, de mis sentimientos, de mi mente. Cada uno de ellos tendrán sus argumentos creíbles, pero  lo importante no es la oposición sino el llamado de Dios. Nehemías tenía algo grande para construir y todos estaban poniendo mucho empeño. De pronto vino el desánimo, porque el escombro era mucho, después vino la presión de los que estaban alrededor, pero sobre todo el enojo de los que no querían ver la obra de Dios en pie.

Nehemías 4:1 Cuando oyó Sanbalat que nosotros edificábamos el muro, se enojó y se enfureció en gran manera, e hizo escarnio de los judíos.

Por lo general cuando haces algo y se molestan por tu trabajo, lo primero que hacen es hablar mal de uno o del proyecto en el que estás. Siembran dudas, hacen parecer que será infructífero o que no tienes claro el panorama de lo que quieres hacer, por lo tanto no es buena idea. Quizá esto te desanime o cause frustración. Pero mayor frustración tienen los inactivos porque no pueden igualarte y por eso se ocupan en tirarte tierra. Nadie tira piedras al árbol que no da frutos.


Es parte de nuestra realidad la oposición, pero el punto está en cómo reaccionas a ella. Escuchas lo que dicen, te desanimas y abandonas; o te sirve de aliento porque sabes que es una muestra clara de que estás haciendo algo que mueve los cimientos inertes de muchos que están estancados en el letargo de su vida. Aunque otros ardan de rabia; tú tienes un llamado, una meta, un propósito dado por Dios y es Él quien te lo va a recompensar.

martes, 17 de enero de 2012

El pez cae por la boca

Me encanta la pesca, creo que es de familia y se lo estoy trasmitiendo a mi hijo Ariel, a quien también le gusta mucho ir a pescar. Ambos tenemos una de esas cañas semi profesionales, y en varias ocasiones pudimos pescar muchos peces en el mar.

La gran mayoría de peces mueren por su boca, o sea, siguen la carnada, se la comen, muerden el anzuelo y por lo tanto son pescados. Otros sólo se los puede pescar con redes o algún otro sistema de pesca, pero no se tragan ningún anzuelo. No soy experto en esto, pero algo aprendí.

La última vez que fuimos a pescar, estuvimos en la costa del Ecuador en un lugar que se llama el Puerto del Moro. Josué, un gran amigo y compañero de ministerio, nos llevó a ese lugar. Pudimos sacar pocos peces pero Josué sacó uno de esos que parecen de pecera, era pequeño, plano y de color; lo curioso es que no lo enganchó por la boca sino por el costado, cuando recogía la línea, prácticamente lo atravesó con el anzuelo, pobre pececito.

Se estarán preguntando ¿a qué quiero llegar?, bueno, al hecho simple que como dice el dicho: “el pez cae por la boca”, nosotros también somos presos de nuestros dichos. Cuando decimos cosas, nos comprometemos, aseguramos algo que no sabemos en realidad o damos opiniones sobre otros; muchas veces caemos por nuestras propias palabras. Las personas que tratan de mentir y ocultar algo, en algún momento se contradicen y cuando menos lo piensan se ven descubiertos por algo que dijeron. Los que tratan de ocultar su amor a alguien, se les nota por la forma de hablar de quien están enamorados. En fin, las personas somos como los peces, caemos por nuestra propia boca.

Elifaz, uno de los amigos de Job, dijo una gran verdad:

Job 15:6  Tu boca te condenará, y no yo;
 Y tus labios testificarán contra ti.

En pocas palabras, tarde o temprano vas a tener que cosechar lo que sembraste con tus palabras. Lo que digas, no importa si es bueno o malo, llegado el momento te dará su paga, si son cosas buenas, recibirás honra; si son malas, las consecuencias propias del caso. Pero tu propia boca te condenará.

A veces decimos cosas simplemente por no quedarnos callados. Realmente no sabemos nada del tema, pero para no mostrar ignorancia decimos algo que revela nuestra insensatez. Otras veces como no hay nada de qué hablar, comentamos algo de alguien y podemos dañarle con una murmuración o chisme y mostramos lo poco fieles que somos, y pecamos. El libro de Proverbios dice: “aun cuando el necio calla pasa por sabio”.

Es mejor medir nuestras palabras,  pesar lo que vamos a decir. Creo que el 80 % de los problemas entre personas es por algo que dijeron, por la forma de expresarlo o por lo que interpretó el que lo escuchaba. Hijos enojados con sus padres, padres ofendidos con sus hijos; esposos peleados, pastores heridos por los hermanos; hermanos resentidos con los pastores por algo que dijo desde el púlpito. Mucha razón tuvo el Señor al decir por medio de Santiago, que la “lengua es como una pequeña chispa que puede quemar un bosque”.

En este día trata de no ser como el pez que muere por su boca, que tus palabras no te condenen, que puedas estar libre de los lazos que caen sobre nosotros por lo que decimos. Controla tu lengua, no mientas, no exageres; no des una opinión de algo que no sabes. Que tus palabras sean sazonadas con sal, que glorifiquen a Dios y que otros quieran escuchar lo que tengas que decir. Recuerda que a veces “calladito te ves más bonitos”.

viernes, 13 de enero de 2012

Se me olvidó

No lo puedo creer, hoy después de bañarme tenía en mi mente dos ideas buenísimas para el blog. Pensamientos muy buenos, hasta con versículos bíblicos, pero después entre una cosa y otra, se me olvidó.

Bueno, creo que es genérico, típico de los hombres olvidarnos casi de todo. Si es cierto eso de que los hombres sólo usamos cierta parte del cerebro y el resto está casi intacto, es quizá porque olvidamos donde dejamos las llaves de esa área.

Esto me hace acordar que hace unos años, tuve un periodo de olvidos continuos, ya estaba llegando al borde del colapso porque me levantaba como 6 o 7 veces, en las noches, para ver si dejé la puerta cerrada, la luz apagada, etc. Así que comencé a repetir en voz alta lo que hacía antes de ir a dormir y no levantarme, ejemplo: “apagué la luz del baño”, “cerré la puerta con llaves”, “las llaves dejé en la mesita del pasillo”. Sí, estaba medio loco. Pero después de un tiempo se me pasó, bueno eso creo; la verdad ya no me acuerdo.

Yendo un poco a nuestra vida espiritual, creo que Dios nos conoce muy bien en esa área. Él dejó claras instrucciones de cosas que debemos hacer y las repite muchas veces para que no nos olvidemos de ellas. Como por ejemplo la Cena del Señor. Dijo: “hagan esto en memoria de mí”, quizá porque si no lo recordáramos cada domingo, pronto lo dejaríamos olvidado sobre una alacena o el televisor; sí, como algunos dejan la Biblia sobre un mueble y lo recogen el domingo, le quitan el polvo y lo llevan a pasear a la iglesia.

Sal 88:12  ¿Serán reconocidas en las tinieblas tus maravillas,
 Y tu justicia en la tierra del olvido?


Este pasaje nos habla de la tierra del olvido. ¿Será reconocido la justicia de Dios en la muerte? No, esa es la respuesta a esta pregunta retórica. Tenemos esta vida para recordar y engrandecer la gracia y justicia de Dios. Te alabaré mientras viva, ¿te suena?, es ahora cuando debemos estar recordando la Palabra de Dios, recordar de dónde nos salvó, a dónde nos lleva y la esperanza gloriosa de que estaremos en su presencia por la eternidad.

Tú y yo debemos repetirlo en voz alta como locos lo que Dios ha hecho. Lo que nos promete, para que no nos olvidemos de su misericordia, de su gracia y amor. Hoy haz un recuento de todo lo que te ha dado y verás cuan bueno ha sido contigo y cuanto te ama. Yo lo haré por mi parte.

jueves, 12 de enero de 2012

Una buena ducha

¿Te gusta ducharte?. El hecho de haber vivido en varios países me ha mostrado que tenemos diferentes costumbres aun en la ducha. En Argentina por lo general, algunas personas se bañan en la tarde, aunque en mi provincia, Misiones, por el calor llegamos a hacerlo varias veces al día. En otros lugares como Ecuador, la costumbre es en la mañana, ellos no pueden entender “cómo puedes salir de tu casa al trabajo o escuela sin haberte bañado”, y mi respuesta es: “el desodorante bueno es todo”. En algunos lugares se bañan con agua fría, en otros con agua caliente, en tachos o baldes, en tinas, en duchas, con una manguera en el patio del fondo, en fin; la ducha es un evento tan partículas como las personas mismas.

Hay personas que detestan la ducha, como los gatos y otros que podríamos pasar horas bajo ella. Existen aquellos que se dan una buena ducha en cuestión de pocos minutos y otros como yo que menos de 10 sales sucio. Pero cada uno tiene una razón para estar allí, sí, obvio que es por higiene. Pero ¿qué pasa cuando te bañas?, en que piensas, donde va tu mente. ¿Cantas?, ¿Sueñas?, ¿Recuerdas tu infancia?, ¿Planificas tu día?, ¿Repasas la clase que debes tomar?, ¿Ideas tu artículo del blog?. A mí me permite soñar un poco, creo que las mejores ideas que he tenido vinieron del baño, sí, aunque te cause risa, es de ahí donde puedo reflexionar mientras me baño y planifico ciertas cosas para el día o ministerio. Oro, pienso en las cosas que Dios ha hecho y es como mi pequeño espacio donde por los pocos minutos que estoy ahí nadie me molesta. Si suena el teléfono: “estoy en el baño”, si vienen a visitarnos: “espera un momento está en el baño”, es como si fuera tu pequeño escape.

A veces necesitamos espacios o momentos en los cuales podamos estar a solas para pensar y ordenar nuestras ideas, donde podamos, como dice Mark Gungor “entrar en la caja de la nada”; y en lo personal no creo que alguien se quede en blanco sin pensar en nada, sólo que no pensamos en cosas trascendentales y básicas como para compartirlas, divagamos en las ideas y cuando nos pregunten ¿en qué piensas? La respuesta más inmediata es: “en nada”. Pero pienses en algo o en nada, el hecho de tener tu tiempo a solas es importante.




Si queremos sacar mayor provecho a esto de salir de este planeta por unos minutos es buscar algo realmente importante o significativo que puedas hacer en esos minutos a solas. Porque también puede ser un espacio para malos pensamientos, planear una venganza, aumentar tu rencor contra alguien. La idea de que puedas estar a solas es justamente para que hagas algo productivo, medites, pienses en cómo llevaras tu día, qué cambios hacer para que las cosas mejoren, o piensa en la forma de pedir perdón, perdonar o arreglar las cosas con alguien que estás disgustado.

Como te dije, las mejores ideas que he tenido muchas veces vinieron en la ducha. Es mi tiempo para preguntarle a Dios qué quiere que yo haga. No pienses que vas a encontrar a Dios en un lugar específico como la iglesia, un templo, o en la mesa antes de las comidas. Dios está en todo lugar, hasta en el baño. Dios puede atenderte en cualquier momento, aun cuando te estás duchando. Él espera, desea que nos encontremos a solas cada mañana; que le preguntemos cosas, que le contemos cosas; lo que sientes, lo que quieres, lo que amas, lo que te molesta. Quizá pueda ayudarte; quizá tiene en su mano lo que tú quieres pero está esperando que se lo pidas.

El apóstol Pedro dijo al Señor Jesús: “¿a quién iremos?”. ¿Es Dios tu primera opción al momento de buscar soluciones en tu vida?, ¿Cuándo necesitas una buena idea?. Lamentablemente para muchos es la llanta de auxilio, la última opción. No vayas a buscar baratijas cuando tienes el tesoro más grande del mundo a tu disposición, ¿no es Dios suficiente para ti?. Sólo Él tiene lo mejor para tu vida.

Juan 6:67  Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros?
68  Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.
69  Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.

miércoles, 11 de enero de 2012

¿Bailamos?

¿Has escuchado la frase: “me tocó bailar con la más fea”? bueno es una expresión para decir que te tocó la peor parte.

Hoy quiero presentarte a la dama más apasionada, llena de fuego, fuerza y de esplendida figura; con una sonrisa abierta, de labios rojos; ojos seductores y mirada cautivante. Su aroma inunda la habitación, sus manos suaves se desliza por tu hombro y susurra a tu oído: “¿Bailamos?”

No puedes resistirte, ella te atrae y te envuelve, no te deja opciones y cuando menos te das cuenta estás en medio de la pista, bajo las luces de colores, siguiendo el ritmo de una música que sabes que te va a matar, no puedes dejar el compás, no puedes dejar de sentir la palpitación en tu alma y todo, todo gira sin parar. No sabes como hacer para decirle que se detenga, cada vez que intentas hablar, ella coloca un dedo en tu boca y te dice: “una pieza más, está es la mejor” e hipnotizado sigues hasta que caes desmayado.

¿Puede ser esto posible?, sí, ella es nuestra querida y amada dama de rojo; “la Ansiedad”. Tiene el control de las acciones y la vida de cualquiera que se pone en su camino. Avanza segura, sin miedo, sabe que va a ganar. Llega de repente, pero siempre ha medido sus pasos, cada movimiento está milimétricamente programado. Y es hermosa, ¡ah! Claro que sí, nadie puede resistirse a ella, es como una droga que entra por los ojos y llega al corazón, quieres volver a ella una y otra vez, no puedes dejar de bailar su pieza favorita: “la desesperación”.

Tiene una amiga, que por lo general se queda contigo cuando ella se va, su amiga es quien te habla al oído cuando la música para, te acompaña en el camino de regreso a casa y en tus momentos de soledad. “Frustración” es su nombre, aunque no te cae bien, es ese tipo de personas que no puedes evitar, que aunque no quieras terminas hablando y dándole de tu tiempo. Escuchas su voz hasta que por fin caes dormido, eso si es que ella, Frustración, te deja dormir.

La Ansiedad es como esa mujer mítica que seduce con sólo una mirada y que nadie puede resistirse, sabes que es peligrosa, que te hará daño pero sigues sus pasos.

Siempre nos toca bailar con ella. Pareciera que tanto hombres como mujeres terminamos en sus brazos. La Ansiedad es casi parte de nuestro día a día. Es la reacción natural de nuestro organismo ante los conflictos o posibles amenazas. Genera cambios en nuestro metabolismo y conducta. Provoca sudoración, palpitación acelerada, tartamudeo, somnolencia y problemas gástricos. Aumenta la presión arterial y hace que todo en la vida parezca no tener futuro. Ese es su ritmo, así te hace bailar.

Ante circunstancias nuevas, difíciles o problemas que resolver, casi siempre toma el control de nuestras vidas. Y por lo general, somos nosotros mismos los que la buscamos y optamos por bailar con ella. Sí, me entendiste bien, nosotros la buscamos. Ella está ahí, en la barra, esperando que nos acerquemos, quizá simplemente a pedir algo al barman, y cuando estamos coqueteando con ella comienza su show.

La pregunta es: “¿es pecado estar con ansiedad?”. Hay que hacer una diferencia entre ansiedad natural y patológica. Porque a mi parecer sí hay una gran diferencia y una de ellas puede traer aparejada ciertas conductas que son pecaminosas. Pueden llevarte a pecar.

La ansiedad patológica es un trastorno producido por la ansiedad, son aquellas fobias o miedos que son inevitables e incontrolables para el que las sufre. El trastorno va más allá de su voluntad y es permanente en la persona. Por ejemplo el miedo a las arañas. Para las personas que tienen aracnofobia, el simple hecho de escuchar hablar de ellas, las lleva a un estado de ansiedad incontrolable.

La ansiedad natural es el mecanismo de defensa que tenemos ante lo desconocido, nos eleva los niveles de atención y anula algunos sistemas para que estemos listos para enfrentar una lucha o escapar del peligro.

A mi punto de vista, es aquí donde podríamos pecar, en la ansiedad natural, es algo de corto plazo que podemos controlar. Pero que muchas veces no queremos hacerlo, dejamos que la ansiedad tome el control de nuestras emociones y decisiones, nos dejamos llevar por ella y después argumentamos que no pudimos hacer nada, y en el danzar con ella, pudimos haber cometido errores, lastimado a otros y haber ofendido a Dios.

Como cualquier persona estamos sujetos a las emociones, podemos experimentar ira, enamoramiento, felicidad, estrés y ansiedad. Es parte de nuestra naturaleza. La ansiedad es una reacción del cuerpo. El punto es cómo reaccionamos ante ella. Si nos dejamos controlar, manejar o paralizar ante la ansiedad. Si determina nuestras decisiones, conducta y salud. La ansiedad en el cristiano debe ser un accidente, la reacción natural ante un evento pero no una constante. No podemos vivir con ansiedad, no podemos ser controlados por un sentimiento de angustia cuando tenemos el poder de Dios a nuestra disposición.

1Co 9:26  Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire,
1Co 9:27  sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.

El Espíritu Santo de Dios producirá frutos en nosotros, esos frutos nos ayudan a vivir con fe o en la fe, nos dan confianza y seguridad en Dios. Una de los frutos es el gozo, la paz, el dominio propio. Estos frutos nos ayudan a vivir sin ansiedad. Controlar nuestros pensamientos y sujetarlos a Cristo, vivir con ánimo y tranquilidad confiando en que Dios tiene el futuro y cada situación en sus manos. Esto nos hace vivir sin ansiedad.

El pecado de la ansiedad
Charles Stanley dijo: “la ansiedad es la incredulidad disfrazada de emoción”

El problema con las emociones, es cuando cualquiera de ellas toma el control en nuestra vida y nos aleja de Dios, nos hacen ver a nosotros mismos o nuestros problemas como lo más importante y Dios queda a un lado. Nos centramos en la ansiedad y dejamos de confiar en Dios. La falta de fe, la duda son pecado. La ansiedad es justamente eso, una reacción ante lo desconocido, pero conociendo el poder de Dios, sabiendo que Él nos ama y nos puede ayudar, vivir en ansiedad, es despreciar la ayuda de Dios y aferrarnos a nuestros sentimientos.

Decimos: “yo soy así, no puedo cambiar”. Bueno justamente de eso se trata, cuando hay áreas en nuestra vida que no podemos controlar o  manejar, es Dios quien debe tomar el control, trabajar en nuestra vida y mostrar su milagro y gracia. Al negarnos al trabajo que Dios quiere hacer en nosotros, al decir: “no, yo voy a hacerlo solo”, al pensar en que nadie puede ayudarnos, ni siquiera Dios, estamos pecando de incredulidad. Nos excusamos detrás de la ansiedad pero en realidad es falta de fe, es no querer que Dios obre, no nos queremos exponer al cambio y obra de Dios. Nos da miedo a que resulte el plan de Dios y me saque de mi estado actual.

Algunas personas aman el pecado de ansiedad, se sienten cómodos con el trastorno emocional, es como una droga, los hace vivir al límite, hace que sean el centro de atención de la familia, hacen que otros vivan preocupados por ella, y consiguen su objetivo de que otros solamente vivan para ellas. Entonces podemos decir que la ansiedad no es sólo falta de fe o confianza en Dios, sino también, egoísmo, egocentrismo y autodestructivo.

También es pecado porque hace vivir en mentira. Las personas ansiosas viven una mentira, un hecho que aún no ha sucedido. Viven catástrofes que no pasan y exageran las situaciones simples. La mentira es necesaria para justificar su ansiedad y la exageración hace creíble ese estado. Para que otros acepten su ansiedad.

John Mason dijo: “el temor y la preocupación son intereses que usted paga con anticipación sobre algo que quizá nunca tenga”

Un proverbio sueco dice: “la preocupación hace que algo pequeño dé una gran sombra”

Yo digo: “la gallina hace demasiado escándalo, pone un huevo pero grita como si puso un elefante”

Por último, es pecado porque nos hace vivir en desobediencia a Dios:

Salmo 55:22  Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará;

1Pedro 5:7  echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.

Filipenses 4:6  Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.

“La preocupación es el triunfo del temor sobre la fe”

La solución
Una persona siempre ve su sombra más grande cuando está de espalda al sol. Si usted no está mirando a Cristo no espere ser libre de la ansiedad. Para vivir sin ansiedad debemos mirar atentamente a las cuatro bases de nuestra fe:
1-    Comunión con la Palabra de Dios: no es posible creer a Dios si no sabemos lo que Él dice. Leer la Biblia es básico en nuestra vida y comunión con Dios, nos da seguridad en lo que Dios promete y nos permite ver cómo Dios ha actuado en el pasado. Aumenta nuestra fe.
Salmo 119:25  Abatida hasta el polvo está mi alma;
 Vivifícame según tu palabra.
26  Te he manifestado mis caminos, y me has respondido;
 Enséñame tus estatutos.
27  Hazme entender el camino de tus mandamientos,
 Para que medite en tus maravillas.
28  Se deshace mi alma de ansiedad;
Susténtame según tu palabra.

2-    Oración diaria: no estamos hablando de orar cuando tenemos problemas, justamente ese es el problema, muchos comenzamos a orar cuando tenemos problemas, cuando ya se nos acaban los recursos vamos a Dios. Pero una persona que tiene una vida de oración está preparada para enfrentar situaciones adversas. Vive en dependencia de Dios y puede entender mejor los planes de Dios, porque ve su obrar día a día.
1Pedro 5:7  echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.

Busque un tiempo de oración, tome un lista de motivos propios y ajenos, haga una rutina, aunque al principio no vea resultados, aunque sienta igual la ansiedad siga adelante, cada día usted tomará una actitud de dependencia en Dios y podrá estar más seguro de que Él obrará en su vida.

3-    Comunión con otros: es importante que gaste tiempo con otros creyentes que puedan ser de influencia positiva para usted, que le ayude a crecer, que viendo sus experiencias puedan traer confianza a la suya, que puedan orar juntos y aconsejarle. Realice actividades deportivas o caminatas. Preocúpese por otros, visite y ofrende a personas necesitadas. La ansiedad hace que usted se centre en sí misma, pero cuando ve a los demás y sus necesidades, verá que hay muchas otras personas con problemas y que usted puede ser el instrumento de Dios para solucionarlo.
1Juan 3:16  En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.
17  Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?
18  Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.

4-    Tenga una actitud positiva: domine su estado de ánimo, no se deje manejar por la ansiedad ni la preocupación, controle sus emociones. Aunque parezca difícil usted tiene al Espíritu Santo quien puede ayudarle, el dominio propio es uno de sus frutos. Busque motivos para estar agradecido a Dios, piense en todas las cosas buenas que tiene, en los talentos que Dios les dio, en la oportunidad de ayudar a otros. Haga una lista de cosas que son buenas y favorables en su vida, si no puede hacerla solo, busque a un hermano que le ayude. Lea Salmo 103 anote los motivos para alabar a Dios.
Proverbios 18:14  El ánimo del hombre soportará su enfermedad;
 Mas ¿quién soportará al ánimo angustiado?

Bailar con la ansiedad puede llegar a matar tu espíritu, te desgastas en una pista que no te lleva a nada, te quita el sueño y la energía. Te hace ver fantasmas y creer que Dios no está a tu lado. No somos personas con un gran problema, somos personas con un Dios grande.


martes, 10 de enero de 2012

Un verdadero mentiroso

Se dice que para ser un buen mentiroso hay que decir parte de la verdad. Uno que dice algo totalmente ficticio es un soñador, un inventor de historias pero no un mentiroso. Toda mentira debe contener el 60 % de verdad para ser creíble, porque de lo contrario, el que miente no podrá recordar lo que dijo y se contradeciría en algún momento.

Dicen que más fácil cae un mentiroso que un ladrón. Que la mentira tiene patas cortas y cola larga. Que a veces es necesaria para ayudar a alguien. En fin, se dice mucho pero todos en algún momento hemos mentido.

Mentir no es cuestión de acto, sino de carácter. Uno miente porque refleja el carácter natural del hombre, una naturaleza caída, condenada a castigo, hijos de desobediencia dice el apóstol Pablo.

Existen varias formas de mentira:
-    El que dice una mentira, o sea, dice algo falso.
-    El que oculta la verdad.
-    El que calla la verdad.
-    El que engaña a otro.
-    Exagerar o disminuir.
-    El que niega una verdad.
-    El que inventa algo irreal.
-    El que piensa que no tiene pecado.

La mentira tiene la característica de volverse un hábito, si mientes una vez, vas a notar que no tienes consecuencias inmediatas y a veces sales bien librado y vuelves a hacerlo y una vez más y al poco tiempo eres un mentiroso experto. Bueno justamente esa es la consecuencia de la mentira, que te creas que no pasa nada, que no hay consecuencias, que nadie te va a descubrir. Pero la mentira siempre sale a la luz.

Cuando mentimos pecamos por tres razones básicas, a mi parecer:

1-    Vamos en contra de la persona de Dios. Dios no sólo dice la verdad sino que Él es VERDAD, y cuando mentimos ofendemos su persona. No le damos gloria.
2-    Reflejamos el carácter del padre de mentira o sea el Diablo. Al mentir tomamos la semejanza de Satanás y actuamos como él y no como Dios.
3-    Lastimamos a las otras personas, siempre alguien sale lastimado con una mentira, aun cuando fue por salvar a alguien de algún mal, al descubrirse la mentira siempre hay dolor.

Es mentira lo que dice Ricardo Arjona: “prefiero una mentira que me haga feliz, que una verdad que me amargue la vida”. Ese es el engaño  más grande de Satanás, pensar que vas a conseguir algo bueno con el pecado. Nunca vas a sacar comida de un tacho de basura, nunca vas a sacar algo bueno para ti del pensamiento del mundo.

Un verdadero mentiroso es el que vive una doble vida, el que trata de mostrar piedad cuando hay engaño en sus ojos, el que refleja y se comporta según el carácter del Diablo. Que triste es ver que algunos hijos de Dios son mentirosos, viven engañando a otros, pero se engañan a sí mismos.

1Juan 1:6  Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad;
7  pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
8  Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.
9  Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
10  Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.

La mentira llega a ser un ancla en tu vida, te lleva a no decir la verdad, a andar en falsedad y simplemente mientes porque es lo primero que se te vino a la boca. Es parte de nuestra naturaleza pecaminosa. No somos mentirosos porque decimos mentiras, sino que decimos mentiras porque somos mentirosos. Es una cuestión de carácter no de hecho. Como hijos de Dios debemos reflejar el carácter de nuestro Padre Celestial no el del mundo.

Efesios 4:25  Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.

1Juan 2:21  No os he escrito como si ignoraseis la verdad, sino porque la conocéis, y porque ninguna mentira procede de la verdad.

Apocalipsis 22:15  Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira.

Hay una condenación para el que ama y hace mentira, el que se comporta como su padre el Diablo, pero si eres un hijo de Dios, si has aceptado a Cristo como Salvador, arrepiéntete de tu mentira y refleja el carácter de tu Padre Celestial. No ames la mentira, eso no es parte de ti, no te creas el engaño del enemigo que te dice que vas a sacar algo bueno del pecado. No ensucies tu imagen con una mentira, no importa del color que le quieras pintar, si es mentira ofende a Dios, refleja a Satanás y lastima a otros. Pero por sobre todo, tarde o temprano saldrá a la luz.

viernes, 6 de enero de 2012

Es cuestión de óptica



Es chistoso, la óptica de los hombres y las mujeres. La forma en que ven la vida y aun a sí mismos, la percepción que tienen de cada uno. Sólo considera en lo que piensan cuando se ven al espejo.

Hace un tiempo vi en la televisión un programa humorístico donde la comediante, un poco subidita de peso decía: “creo que tengo anorexia, porque me veo al espejo y me veo gorda”.

Pero hay ciertos hombres con una panza que les cubre el cinturón y piensan que son todo un modelo de revista.
Tú puedes ver que los hombres se dejan la barba, el cabello desordenado y le crece la panza y piensan que están luciendo una vida llena de bienestar, y dicen: “jeje… es la buena vida y la poca vergüenza”.

Sin embargo para las mujeres, su percepción frente al espejo es totalmente diferente. Se preocupan por su apariencia, miran sus defectos, tratan de maquillarlas. Ven la ropa, el color de los zapatos y si ha surgido alguna cana o arruga que se note.

¡Ojo! No digo que a los hombres no les preocupe eso, sino que simplemente no pensamos que eso nos hace ver feos. Después de todo, según la frase: “el hombre es como el oso, cuanto más feo, más hermoso”. 

Las conversaciones entre mujeres casi siempre son elogios sobre cuanto han adelgazado, su corte de cabello y lo bien que le queda ese vestido. Pero la de los hombres son casi insultos: lo gordo que estás, lo viejo que te ves y no nos ofende. El pensamiento tanto de hombre y mujeres es tan diferente que es casi imposible imaginar que concuerden. Es más, estoy seguro que esto debe crear diferencias entre lo que lees y lo que piensas.

En fin… a lo que quiero llegar es que a pesar de que seamos diferentes por genero, por pensamiento y por óptica, tanto hombres como mujeres debemos entender y aceptar algo mucho más alto que nuestros puntos de vistas, y es: la óptica de Dios.

Tu puedes verte escuálido, gordo, feo, amorfo y todos los adjetivos denigrantes que se te ocurran cuando te ves al espejo; o por el contrario, creerte la lo más lindo o linda del mundo, y pensar que el resto del mundo sólo fue un boceto que Dios hizo antes de crear la obra maestra que eres tú. Pero lo más relevante, lo que debe primar en tu vida es lo que dice Dios de ti, para lo que te creó. Me encanta un versículo en el libro de Proverbios, creo que me da cierto consuelo cuando me miro al espejo, y dice:

Proverbios 3:19  Jehová con sabiduría fundó la tierra;
 Afirmó los cielos con inteligencia.

Este versículo, al igual que los capítulos siguientes muestran que Dios hizo todo con sabiduría, nada al azar, sino que todo fue creado con plena sabiduría de Dios. Ella, la sabiduría personificada, dice que estuvo junto a Dios cuando fundó el universo. Esto quiere decir que no eres producto de la evolución o un producto de la genética, Dios mismo te formó y te hizo, te diseñó con un propósito.

Puede ser que al igual que a mí, al verte al espejo no quedes muy conforme, pero Dios te creó con un propósito definido, por eso te dio esa forma, estatura y color de piel. El problema es que a veces no sabemos cuál es el propósito de Dios y divagamos en nuestra forma de ver, nos creemos la mentira del enemigo y del mundo que te dice que no cumples con el modelo estándar, como si hubiese uno.

No te dejes manipular por el pensamiento de este mundo. Cada vez que te veas al espejo y no te guste lo que ves, piensa mejor en lo que Dios quiere que veas. Mira más allá y déjale a Dios que haga su obra, permite que Él te muestre su gloria y haga callar al mundo cumpliendo su plan con alguien como tú o yo. Dale la oportunidad a Dios para que revele su gloria y poder, déjate usar por Él y verás que siempre hace todo con sabiduría.

Si te consideras feo, bueno no te preocupes, siempre hay otro igual o peor, sino mira mi foto. Pero la belleza es cuestión de óptica. Depende del lente con el que ves.

Tú eres una gran obra de Dios, Él te formó para glorificarse en ti. No te quejes, no mires con desprecio lo que Dios ha hecho, alégrate en la creación de Dios. Al mirarte al espejo la próxima vez di: “¡pero que cosita linda!, Dios realmente se lució al hacer esta obra de arte” recuerda todo lo hizo con sabiduría.

Como dijo alguien una vez: “tú eres único y especial… al igual que el resto de la gente”

jueves, 5 de enero de 2012

"Uno", el Tango


  • Letra de Enrique Santos Discépolo (1950)
  • Música de Mariano Mores (1950)
  • Canta Roberto Goyeneche
(intentá no llorar)

UNO
Uno busca lleno de esperanzas el camino que los sueños prometieron a sus ansias.
Sabe que la lucha es cruel y es mucha, pero lucha y se desangra por la fe que lo empecina.
Uno va arrastrándose entre espinas, y en su afán de dar su amor sufre y se destroza, hasta entender que uno se ha quedao sin corazón.
Precio de castigo que uno entrega por un beso que no llega o un amor que lo engañó; vacío ya de amar y de llorar tanta traición...

Si yo tuviera el corazón, el corazón que di;
si yo pudiera, como ayer, querer sin presentir...
Es posible que a tus ojos, que hoy me gritan su cariño,
los cerrara con mis besos sin pensar que eran como esos
otros ojos, los perversos, los que hundieron mi vivir...

Si yo tuviera el corazón, el mismo que perdí;
si olvidara a la que ayer lo destrozó y pudiera amarte...
Me abrazaría a tu ilusión para llorar tu amor...

Pero Dios te trajo a mi destino sin pensar que ya es muy tarde y no sabré cómo quererte.
Déjame que llore como aquél que sufre en vida la tortura de llorar su propia muerte.

Pura como sos, habrías salvado mi esperanza con tu amor.
Uno está tan solo en su dolor...
Uno está tan ciego en su penar...

Pero un frío cruel, que es peor que el odio, punto muerto de las almas, tumba horrenda de mi amor, maldijo para siempre y se robó toda ilusión...
si olvidara a la que ayer lo destrozó y pudiera amarte...
Me abrazaría a tu ilusión para llorar tu amor...


Este es el corazón del hombre que llora por un amor que le engañó. Pareciera que el corazón del hombre está ligado a este sentimiento de decepción y desamor. Como si, tantos hombres como mujeres, vivamos expuestos a la desilusión. Qué triste, pareciera que no hay esperanza. La bohemia llega como una compañera que te hace pensar que lo único que queda a tu vida es llorar como el bandoneón, gemir como este instrumento que hace vibrar el corazón de aquel que lo escucha. 

Creo que este tango revela el alma del ser humano, un alma afligida que pone su esperanza y confianza en otro humano que no puede dar una esperanza real y eterna, donde los sueños se desvanecen como la bruma. Bueno después de todo eso dice la Biblia sobre nosotros, que somos como la niebla que hoy está y después desaparece, como la flor del campo que está en una mañana y no lo vuelves a ver. Qué triste es la vida de un hombre sin esperanza; pero que alegría hay para aquél que encontró al Señor Jesús, para el que encontró un amor real, verdadero y único; amor que perdura y es eterno, que se entrega y no pide nada a cambio; amor que no defrauda, amor que vivifica, que llena de esperanza. Amor que no termina con la muerte sino que va más allá, trasciende, pues Él venció a la muerte para que siempre estemos con Él.

Salmos 48:14  Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre;
 Él nos guiará aun más allá de la muerte.

Ya me cansé


Hay que reconocerlo, Dios es realmente genial; pero estoy cansado. No entiendo ¿Cómo puede ser que algunos tengan éxito en su vida, que les vaya bien cuando son tan malos? Hasta quisiera ser como ellos. Ellos no tienen problemas, no se preocupan si van a morir algún día porque están llenos de vida y salud. Simplemente tienen todo lo que quieren y se la pasan como si no trabajaran. Y hacen lo que quieren, llenos de orgullo, son prepotentes con los demás y viven la vida sin ningún tipo de necesidad. Se ríen de sus pecados y se llenan la boca de lo que hacen como si no hubiera Dios; aun de Él se burlan.

Esto me frustra, para qué trato de hacer bien las cosas, de no robar, de no defraudar a nadie. Si al final, para qué esforzarse tanto si ellos triunfan en su vida y yo que trato de hacer todo bien no gano nada; es más, me menosprecian. Así que decidí unírmelos, quedar con ellos de acuerdo, pero la verdad por más que lo intenté no pude, me cuesta trabajo pensar de la misma manera que ellos, no puedo entender como pueden ser tan indiferentes a la necesidad de los demás y no tienen respeto de Dios.

No me quedó otra alternativa que ir a Dios y en su presencia pude darme cuenta que Dios un día tomará el control de la situación. Dios castigará a los malos. Me sentí tan mal, sentía que mi pecho iba a explotar. Fui tan torpe, tan menso; realmente era como un animal; nunca me di cuenta que Dios siempre estuvo a mi lado, me acompañaba en medio de las dificultades y me guiaba. Y un día estaré en su presencia por siempre.
Verdaderamente, ¿con quien puedo contar si no es contigo? Y no quiero a nadie más que a ti en mi vida. Toda mi vida se derrite en tu presencia, todo mi ser puede estar cansado pero al poner en ti, oh Dios, mi confianza tengo fuerzas.

Muchos pueden vivir lejos de ti, pueden tener riquezas, pero pobre de ellos. Así que yo, he decidido estar en tu presencia, Tú eres mi esperanza y veos tus milagros en mí cada día.

(Paráfrasis del Salmo 73 por Nélson Cabrera)

miércoles, 4 de enero de 2012

Un nuevo año, un nuevo camino



Ya comenzamos este nuevo año y muchos nos preguntamos ¿Qué haremos? Si bien ya pasaron algunos días es como que aún no entramos en ritmo, todavía no le agarramos la mano a cómo irá el resto y pensamos: “¿haré algo diferente?".

Hay cosas que son necesarias cambiar en la vida de cada uno, hay cosas que podemos hacer y empeñarnos en mejorar, ajustes que son importantes para que podamos ser mejores; todos necesitamos mejorar. Si no crees que debes mejorar te detuviste en tu vida y vas camino abajo. La vida es tan dinámica que nunca te detienes sino que si no avanzas comienzas a retroceder.


Así que un nuevo año debe tener un nuevo camino. Debes mirar al frente y desafiarte a hacer cambios relevantes en tu vida, no hablo de cambios radicales, sino cosas sencillas que hagan un cambio significativo en tu forma de vivir, en tus hábitos, en tu forma de tomar decisiones, en tus prioridades. A veces tus compromisos con las demás personas hacen que tomes decisiones que no exaltan el nombre de Cristo. Y necesitas poner en orden eso.

Es fácil ver qué cambiar, sólo mira un poco a tu página de red social, tus fotos, tus comentarios, tus etiquetas o la música que está pegada en tu muro. Es cuestión de ver cuánto tiempo inviertes en leer algo que te lleve a pensar en Dios, eso sin mencionar la Biblia. Cuánto oras al momento de emprender algo. Todo es cuestión de prioridades y de orden. Debemos reconocerlo, todos necesitamos hacer cambios. Tomar nuevos rumbos e identificarnos dramáticamente con el Salvador.

Pro 16:9  El corazón del hombre piensa su camino;
 Mas Jehová endereza sus pasos.