Nunca me lo pude imaginar, pero eso tiene de bueno internet, te da datos
que quizá no lo puedas encontrar en un periódico o libro. Me encantan los
animales, es más cuando tenía 8 años soñaba con ser veterinario. Siempre tuvimos
animales en nuestra casa, crecí en una zona rural en Misiones, Argentina, muy
cerca de Paraguay. Teníamos una pequeña chacra o granja, con diferentes
animales. Pero sobre todo me encantaban los gatos.
Cada uno de estos animales tienen características particulares que lo
hacen especiales y me maravillo con el diseño de Dios en esto. Me parece casi
imposible creer que alguien piense que es producto de la evolución. Bueno pero
este es otro tema.
Sabían que el chancho, cerdo o cochino, como lo quieran llamar; es
incapaz de mirar al cielo, es imposible físicamente para él. No puede levantar
su cabeza y mirar hacia arriba, es algo curioso ¿verdad?. Para nosotros pensar en
algo así es casi una locura lo podemos hacer sin ningún problema, es lo más
natural para nosotros, pero para el pobre chanchito no.
¿Cuál es el punto? No lo sé, me quedé pensando en esto en relación con
mi vida espiritual, cuando ando bajoneado, con pocas energías, desanimado, con
poca fe, me vuelvo chancho, todo me pesa, me gusta revolcarme en mi propio
pecado y desánimo, me gusta estar tirado en el suelo sin que nadie me moleste. Cuando
estoy desanimado soy incapaz de mirar al cielo, el fango de mi chiquero, la
suciedad que me rodea me mantiene con la cabeza agacha, sólo mirando mi propia condición.
Es difícil mirar a Dios cuando estamos desanimados; es difícil creerle a Dios,
es difícil pensar en que podemos salir de ese estado, es imposible levantar la
cabeza y mirar al cielo.
Estoy seguro que en algún momento te sentiste así, con pocas ganas, sin
ganas de mirar hacia arriba, pero Dios hace algo maravilloso en nosotros. Su amor
y bondad no saca del chiquero, nos limpia y nos coloca en un lugar de altura,
cerca de su presencia, donde es imposible no contemplar el cielo, su gloria, su
paz. Donde el Sol irradia tu rostro y la brisa te levanta el ánimo. Donde dejas
de ser chancho para convertirte en águila, tienes nuevas fuerzas, alas para
volar, razones para estar en el cielo, en lo alto.
Sal 40:1
Pacientemente esperé a Jehová,
Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.
2 Y me hizo sacar del pozo de la desesperación,
del lodo cenagoso;
Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis
pasos.
3 Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza
a nuestro Dios.
Verán esto muchos, y temerán,
Y confiarán en Jehová.
4 Bienaventurado el hombre que puso en Jehová
su confianza,…
Dios es el que hace esto por nosotros, nos levanta, nos rescata, nos
limpia y nos pone en un lugar seguro. El pasaje dice que “pone un nuevo cántico”
que somos “bienaventurados los que confiamos en Él”.
Gracias por el dato! :D
ResponderEliminarDe nada, eso es lo bueno del blog te sirve hasta pa entreter la mente, Dios te bendiga.
ResponderEliminar