lunes, 25 de junio de 2012

El vuelo de la gallina


Según datos curiosos dicen que: “el vuelo más largo que se ha registrado de una gallina es de 13 segundos”. Bueno quizá esto no sea demasiado importante para ti, es más te podría parecer muy poco tiempo. Pero déjame decirte algo: “LAS GALLINAS NO VUELAN”, bueno esta sí.

En realidad lo más acertado es decir que las gallinas no pueden volar muy lejos. Con sus pesados cuerpos y alas pequeñas, las gallinas sólo pueden volar unos 30 metros más o menos. El récord de mayor distancia de vuelo de una gallina es de unos 70 metros; no es mucho, pero aun así, es más de lo que pueden conseguir otras aves como avestruces, pingüinos o kiwis.

¿Te imaginas lo que pudo haber sentido esa gallina? El resto mirándola pasar por encima de sus cabezas, sí sólo fueron 13 segundos, pero 13 segundos de gloria. Ninguna otra en el corral lo hacía. Quizá escucharon decir: “las gallinas no vuelan” y por eso se quedaron pastando, mirando al suelo. Pero un día esta atrevida y audaz gallinita decidió ir más allá que el resto.

Si bien las gallinas no pueden volar largas distancias, sí pueden volar para escapar de algún enemigo. Pero ninguna gallina lo había hecho por tanto tiempo.

Al punto que quiero llegar es que no te preocupes si el resto diga que no puedes hacer algo, que no tienes fuerzas o no vas a lograr nada; con el solo hecho de haber dado el primer paso, ya fuiste más allá de lo que ellos pensaban. Pudiste salir de la mediocridad y hacer algo que el resto no lo hace. Deja que las gallinas de tu alrededor sigan engordando y terminen en un plato con papas fritas sin haber hecho algo que las coloque en un blog o un dato estadístico. Por lo menos esta gallinita consiguió eso.

Si no sabes volar, si no sabes para donde ir; no olvides que Dios es el que puede darte las fuerzas y la capacidad de hacer más que el resto, salir del molde de este mundo y extender tus alas, aunque sea por 13 segundos. Dios siempre puede hacer que tu vida sobresalga del gallinero y de pronto te veas como un águila.

Isaías 40:30  Aun los jóvenes se cansan, se fatigan, y los muchachos tropiezan y caen;
31  pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán. (NVI)

miércoles, 20 de junio de 2012

Fiebre adolescente


 Es curioso pero a veces desearíamos volver a la adolescencia o mejor dicho volver a esa época; pero creo yo, que como estamos ahora, es como querer regresar en el tiempo pero no ser nuevamente el adolescente enamoradizo de las canciones como lo fuimos hace 10 o 15 años atrás, y en algunos casos, 20 años; como en el mio.

Pareciera que mirar unos cuantos videos en youtube ayuda, propagandas de antaño, videoclips de los grupos del recuerdo y porque no, aquella canción de moda del colegio. La necesidad de sentirnos soñadores nuevamente parece un deleite, un poco de agitación en nuestros recuerdos, hasta trae risas, es como mirar el viejo álbum de fotos y acordarte de tus compañeros y vecinos. Es tan divertido.

No creo que tenga nada de malo hacerlo; es más, es hasta refrescante. De pronto uno mira esas imágenes y dice: “¿esa ropa usaba yo?, ¿esa era la letra que me hacia volar?” y da gracia, porque ahora, después de unos cuantos años, parece ridículo. Con razón mi papá me decía: “pareces loco”. 

Pero la vida de los adolescentes está marcada o caracterizada por esta fascinación de lo que otros hacen en busca de una identidad o de un ideal, seguir modelos que a veces desencajan con el promedio. Todo parece atractivo, no importa de qué está hecho, pero es interesante, si sale de lo normal, esa es la cuestión. Todo lo que forma parte del sistema y del agrado de la mayoría, y sobre todo de la mayoría de los adultos, es algo que no es atractivo, pero si va en contra de todo esto, puede ser una nueva forma de ver la vida. Aunque después de unos años eso te haga reír al ver youtube, y digas: “yo compré ese cd”.

En la Biblia Dios habla por medio de un hombre sabio y dice a los adolescentes que hagan lo que deseen, pero que toda decisión conlleva una responsabilidad:

Eclesiastés 11:9  Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará Dios.

Dios muestra que te da la libertad de hacer cosas según tu parecer, pero muchas veces eso que deseas no es algo que te hará feliz de verdad. Cada cosa que hagas en tu vida tendrá una consecuencia y debes ser consciente de eso.

Tal ves cuando lleguen los años digas: “ah, como quisiera volver a aquellos años”, pero esos años muchas veces estuvieron marcados por la frustración, el desprecio de algunos y la presión de los otros. Hoy Dios te ha permitido ser lo que eres, te ha llevado hasta este lugar, quizá el sendero no fue muy allanado, quizá fue con espinos, pero de todos modos estás aquí. No hay nada que puedas hacer para revertir el pasado, sólo mirarlo y sonreír con 3 minutos y medio de youtube.

Alégrate con lo que tienes hoy, con lo que puedes disfrutar ahora, porque esta es tu realidad. Hay muchas cosas y personas que pasaron por tu vida, pero ellas quedaron en el pasado. Dios tiene un presente maravilloso y un futuro lleno de bondades para ti. Mira lo que tiene para ti hoy y disfrútalo, aprovecha de lo que está en tu mano. Dale gracias y recuerda que cada decisión tiene una responsabilidad.

domingo, 17 de junio de 2012

Restaurar al caído


Dicen que la iglesia es el único ejército que deja a sus soldados caídos.
Lamentablemente muchos de nosotros tenemos una actitud dura y de juicio hacia los que cometen algún tipo de pecado, olvidándonos muchas veces de quiénes somos y cómo somos; tan propensos a pecar como el resto de los seres humanos, como dice el refrán: “la vaca se olvidó que un día fue ternera”.
La restauración es parte del convivir del cristiano, porque todos, de alguna forma u otra nos encontraremos con personas que vienen sufriendo con heridas, cargas, pecados y soledades que necesitarán un poco de alivio. La restauración es ayudar, soportar y sobre llevar las cargas los unos de los otros.
Gál 6:2  Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.  
¿Qué es restaurar?
Es levantar la rama caída de un árbol para que se recupere y lleve fruto nuevamente. Para esto se colocan postes que sostengan a la rama debilitada y pueda seguir llevando fruto.  
katartizo, remendar, equipar completamente. Se traduce «restauradle» en Gal_6:1, metafóricamente, de la restauración, por parte de los que son espirituales, de uno que ha sido sorprendido en una falta, siendo que el tal es como un miembro dislocado del cuerpo espiritual. El tiempo está en presente continuo, lo que sugiere la necesidad de paciencia y perseverancia en el proceso.

La idea de restaurar es volver a dar utilidad, como una vasija a la que se le rompió alguna parte. En la antigüedad los vasos que se habían roto o quebrado en alguna parte como las asas o el borde de la boca, se los llamaban “vasos quebrantados” estos eran limpios y llenos de granos para llevar ofrendas al templo, esas ofrendas de granos. Entonces los sacerdotes tomaban estos vasos y los llevaban al alfarero para que los restauren y la restauración tenía 4 etapas que son muy importantes:
1-      Debían ser vaciados, todo lo que tenían dentro debían ser derramado para poder ser trabajado. No podía quedar nada del pasado. No es posible ser lleno del Espíritu Santo sino se quitaba todo lo de adentro.
2-      Debía ser lijado, un proceso doloroso pero necesario para poder restaurarse, toda impureza debe ser removida tanto de afuera como de adentro, es un proceso de humillación, pero el vaso debe quedar liso.
3-      Debían ser restaurado: el alfarero hacia barro y restauraba la boca o el asa, pero le hacia uno nuevo. Así que el alfarero no sólo usaba agua y tierra, sino que buscaba en el campo unas sanguijuelas que chupaban sangre de los animales y los tomaba, los mataba y mezclaba la sangre con el barro para pegar y sellar la nueva asa o boca, porque la sangre coagulaba y pegaba, sino no era duradera la restauración. No es posible ser restaurado sin la sangre de Cristo.
Heb 9:13  Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne,
14  ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?
4-      Debía ser llevado al horno: el fuego de la prueba sellaba la obra del alfarero, el horno mostraba si realmente si el cambio hecho por Dios va a quedar pegado.
Isa 43:1 Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo (Yatsar= alfarero), oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú.
2  Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.

El deber de la iglesia es restaurar al caído, debe llevar al hermano a los pies de Cristo para que sea restaurado por Él. La disciplina viene del Señor, Él sabe como disciplinar a sus hijos pero la iglesia debe buscar la forma de levantar y volver a dar la utilidad, debe llevarlos al alfarero para que sea sanado.
Pero cuando el vaso no quiere ser restaurado, cuando el vaso después de haber sido trabajado, cuando Dios pone otra boca y otra asa, pero al calor de la prueba se volvía a quebrar en el mismo lugar donde fue restaurado, estos vasos eran llamados “vasos de ira”. Entonces el alfarero lo tomaba y lo lanzaba en un campo cerca de la ciudad y estos vasos se hacían pedazos y sólo servían para que los leprosos usen estos trozos para rascarse.
Mat 27:7  Y después de consultar, compraron con ellas el campo del alfarero, para sepultura de los extranjeros.
8  Por lo cual aquel campo se llama hasta el día de hoy: Campo de sangre.
9  Así se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo: Y tomaron las treinta piezas de plata, precio del apreciado, según precio puesto por los hijos de Israel;
10  y las dieron para el campo del alfarero, como me ordenó el Señor.

Judas fue ese vaso de ira, que no se dejó afectar por el Señor. No quiso ser restaurado y terminó como esos vasos de ira, rotos en el campo del alfarero.
Jer 18:2  Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras.
3  Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda.
4  Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla.
5  Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
6  ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel.

Jer 19:10  Entonces quebrarás la vasija ante los ojos de los varones que van contigo,
11  y les dirás: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Así quebrantaré a este pueblo y a esta ciudad, como quien quiebra una vasija de barro, que no se puede restaurar más; y en Tofet se enterrarán, porque no habrá otro lugar para enterrar.

Para ser restaurados debemos estar dispuestos a pasar por el proceso que el Señor quiere hacer en nosotros. No nos enojemos, no murmuremos ni lamentemos de lo que nos dicen, sino que sometiéndonos al Señor podremos pasar la prueba, los fuegos del Señor no queman. Dios traerá restauración, utilizará a la iglesia para hacerlo, la iglesia debe ser ese instrumento que cumpla con el plan de Dios. Dios no quiere que lleguemos a ser vasos de ira, sino vasos restaurados. 

·         La restauración debe ser por personas adecuadas, maduras, espirituales, con paciencia y mansedumbre, con amor.
·         La restauración debe ser a aquellos que se han apartado del Señor, que se lastimaron, que no pueden más.
·         La restauración es para volver ha ser  útiles en las manos del Señor.
·         La restauración debe ser constante, hasta que esté sano.

(Ilustración tomada de "La Casa del Alfarero" por David Greco)

viernes, 15 de junio de 2012

Un simple empujoncito


He visto esas luchas de Sumo, sí la de los calzoncillos feos y personas a las que les gusta mucho el arroz con pescado. Para los japoneses es toda una tradición y un ritual. La idea es sacar al contrincante de un círculo de lucha. Bueno, el deporte olímpico tiene sus reglas y la verdad no las conozco pero como simple espectador puedo ver cosas que me llaman la atención, y en cierto modo, me hace pensar en mi vida espiritual.

A pesar de la gran cantidad de rituales sintoístas previos y posteriores a los combates, las reglas en sí son pocas y no son complejas:
  1. El primer luchador en tocar el suelo con alguna parte de su cuerpo a excepción de sus pies queda eliminado.
  2. El primer luchador en hacer contacto con el exterior del círculo de lucha (ya sea con sus pies o cualquier otra parte de su cuerpo) queda eliminado.
  3. Un luchador que utiliza una técnica ilegal o kinjite, como golpes, estrangulaciones, o luxaciones articulares, y otras; queda eliminado.
  4. Si un luchador pierde el mawashi (única vestimenta utilizada durante un combate de sumo), queda eliminado.
Los encuentros de sumo suelen durar pocos segundos ya que uno de los luchadores suele ser empujado inmediatamente fuera del círculo. Los rings de sumo son conocidos como dohyō. El dohyō está hecho de arcilla con arena esparcida sobre su superficie. Mide entre 34 y 60 cm. de altura. El círculo es de aproximadamente 4,55 mt. de diámetro y está delimitado por una gran soga de arroz llamada tawara, que es enterrada en la arcilla. En el centro se encuentran dibujadas dos líneas, las shikiri-sen, donde los rikishi (luchadores) deben posicionarse antes de comenzar el enfrentamiento.

A veces los luchadores son muy buenos, están muy bien preparados y capacitados; pienso que si le buscas pleito en un callejón te van a dar una paliza seguro; pero pierden la contienda por un simple empujoncito. No le rompen la mandíbula, ni el brazo, mucho menos como en Karate-kid, le rompen la pierna. Solamente le dan un empujón y pierden. He visto que esto ocurre porque están al borde de este círculo, sí el contrincante le gana por fuerza y peso, pero no importa el tamaño del luchador, sino que pierde aquel que sale del círculo. Aquí no existen las mejores jugadas como en el futbol, sino quien sale del Dohyo, y ese es el punto que me gustaría considerar hoy.

La mayoría de los cristianos que a veces salimos del juego, que pecamos, que perdemos la oportunidad de hacer algo grande para Dios, es porque estamos al borde le Dohyo y no en el centro. Muchos cristianos creen que son fuertes y maduros, que jugar con el pecado no les hará daño, porque ellos pueden con eso y se quedan en el borde, pisando la tawara, sí justo en el límite. Miro pero no toco; toco, pero sólo rosando no lo agarro. Y así se pasan la vida pensando que no les va a ocurrir nada, de pronto un simple empujoncito y están fuera de juego.
 
La única manera de estar seguro, de no caer en el pecado es mantenernos en el centro, en medio de la voluntad de Dios, ese es el lugar seguro, donde debemos mantener nuestra posición de defensa, estando firmes contra los ataque del enemigo. A Satanás le costará mucho sacarnos del juego si estamos en medio de la voluntad de Dios, viviendo en santidad, en los lugares seguros.

Debes decidir estar en ese lugar, no en los bordes, sé que cuesta, sé que es difícil, que a veces es atractivo ver lo que hay en el mundo, pero siempre te llevará a caer. En cambio, si estás en los caminos del Señor, en el centro de su voluntad, sentirás su gozo y verás su misericordia cada día, te dejo estos versículos para que los consideres y decidas hoy alejarte del borde y caminar hacia la voluntad de Dios.

Sal 119:30  Escogí el camino de la verdad;
 He puesto tus juicios delante de mí.
31  Me he apegado a tus testimonios;
 Oh Jehová, no me avergüences.
32  Por el camino de tus mandamientos correré,
 Cuando ensanches mi corazón.

miércoles, 13 de junio de 2012

Lo que callan las mujeres


En los campos juntos a los caminos no es raro ver a vacas comiendo pasto. Lo interesante es que algunas vacas tienen una especie de horqueta de madera en su cuello, una horqueta es una "Y" que forma en un árbol, y los campesinos se los colocan para que no metan la cabeza entre el alambrado. Pero de igual modo las vacas tratan de comer el pasto que está junto al camino, ese pasto está lleno de barro salpicado por los automóviles que pasan, lleno de polvo y suciedad, mientras que tras ellas hay cientos de metros de pastos limpios. Es curioso ver que las vacas prefieran buscar estos pastos y no se dan cuenta de lo que realmente tienen. Se cumple el refrán que dice: “el pasto siempre es más verde en el campo del vecino”.

Pareciera que es más fácil hablar de lo malo que de lo bueno, hoy en día escuchamos mucho acerca de mujeres que pasan por problemas, del maltrato y de lo solas que se encuentran; su vulnerabilidad, su desamor e incomprensión por el sexo opuesto y la sociedad  machista en la que vivimos. Todo un sinfín de problemas y de complejos tan reales como el sol que les acompaña en el día de la desesperación. Las estadísticas arrojan detalles increíbles sobre la realidad del maltrato a la mujer y los gobiernos implementan planes de contingencias y ayuda social a ellas.

Sin lugar a dudas esto también se ve reflejado en la iglesia, pero más que nada en el corazón de muchas mujeres. Hoy en día oímos de conferencias, talleres, retiros, encuentros y cuanto programa surja para sanar el corazón de una mujer herida. Todo se enfoca en el sufrimiento, en la necesidad de sanidad interior y de lo mal que se sienten; y estoy de acuerdo que es necesario sanar todas estas heridas y trabajar en estas áreas. Pero al mismo tiempo veo que no están hablando de cosas que son mejores y más importantes, no hablan de sus virtudes, valores y potenciales. Callan aquellas cosas maravillosas que Dios les dio y capacitó para llevarle gloria a Él, ven solamente los problemas y los maltratos y no la obra de Dios. Quizá estoy juzgando muy duro y puedo pecar de incomprensible. Pero es la realidad que vemos en nuestro medio cristiano hoy en día.

Lo que callan las mujeres tiene más valor que aquellas cosas por la que son afectadas. Dios no trata de poner a la mujer en una posición inferior al hombre, sino que la exalta y le da el lugar privilegiado que Él diseñó para ellas. Cuando la Biblia habla de que son como vaso más frágil no está hablando de la debilidad sino de la importancia y el valor que tiene, nadie tiene un vaso valioso en el cajón junto al tacho de basura de la cocina, sino que lo pone en un exhibidor y se complace en saber que lo tiene. De la misma manera Dios exhorta a los hombres que le den ese lugar. Dios diseñó al hombre con una fisonomía adecuada para el trabajo y soportar ciertas presiones, de la misma manera a la mujer de una forma distinta para que ella ejerza un tipo de rol diferente al del hombre y ser la ayuda idónea.

En el mundo tan trastornado de hoy, se habla de igualdad de géneros y es cierto que todos tenemos el mismo derecho, pero en lo que  a Dios respecta, Él dio roles diferentes para que ambos se complementen y encuentren gozo y plenitud en todo. Hoy por hoy vemos personas frustradas porque no encuentran satisfacción en lo que hacen y puede ser el resultado de no haber tomado lo que Dios les dio para que hagan. Están tan ciegas pretendiendo tener lo que otros tienen pero no gozan lo que Dios les da. Oímos a personas quejarse y criticar a otros tratando de ganar una posición en el mundo de hoy, pero en el fondo se sienten vacíos y quizá se deba a que no están haciendo lo que Dios quiere que hagan.

Pero las mujeres callan aun, callan aquellas cosas que son más importantes, deberían mostrar al mundo de qué están hechas, todo aquello que Dios les dio; su valor, simpatía, inteligencia, destreza, en fin; miles de cosas que poseen. Que tapen la boca a miles de tristes personas que sólo las ven como indefensas e inútiles seres que están destinadas a servir y criar hijos. Y digo tristes, porque yo soy feliz al saber todo lo que es capaz de hacer mi esposa, por reconocer lo que hizo mi madre por mí y cuánto debo agradecerles.

Las mujeres no sólo deberían ser el motivo de las canciones en la radio, sino el vaso que Dios quiere que cuidemos todo el tiempo.


Quiero hacer dos llamados, el primero a los hombres: “valoremos y hagamos notar el aprecio y amor que tenemos por las mujeres que están a nuestro alrededor; esposa, madre, hermana e hijas”.

El segundo a mujeres: “no callen lo que son en realidad, miren todo lo que Dios les dio, cómo las hizo, y muestren al mundo que son mucho más de lo que los demás piensan”.

No callen aquellas cosas que tienen más valor. Dios te hizo con un propósito y no es que tengas una vida llena de sufrimiento y angustia, esas son mentiras de Satanás, porque sabe que de esa manera no mostrarás la gloria de Dios en ti.