jueves, 13 de octubre de 2011

Comunicación


La comunicación es la base toda relación humana. No podríamos enamorarnos o mantener una relación sin conocerle, compartir y hablar con él. La queja de la mayoría de los jóvenes hoy en día es: que sus padres no les escuchan o no les prestan atención o no les hablan.
La sociedad de hoy tiende a ser cada vez más impersonal, las redes sociales, los sms sólo hacen que mostremos lo que queremos que vean de nosotros, una fachada elegante y conveniente. Un perfil aceptable y hasta iluso. 
Pero la raíz de toda relación es la comunicación; sin ella no podemos ir más allá de la simple apreciación. Es como pasar por una vitrina de la pastelería pero no entrar ni siquiera para sentir el aroma de las tortas. Una relación sin comunicación se vuelve solitaria. La comunicación por monosílabos: si, no, ¿eh? sólo trae como consecuencia el abandono y el engaño. Cuando los hijos comienzan a ocultar cosas a los padres porque sienten que no les prestan la atención requerida, cuando el esposo busca fuera del hogar cariño porque sólo escucha quejas al llegar del trabajo, cuando la esposa da más tiempo en la red social de internet porque su marido sólo quiere ver televisión. Sin comunicación nuestro único destino es la soledad y la tristeza.
Creo que los 5 minutos más importantes del día son los primeros al ver a mi esposa. Porque de acuerdo a cómo me comunique con ella resultará el resto de mi día. Si fui grosero, si fui amable, si le pregunté como se sentía, si no me fijé en cómo estaba vestida, si fui profundo en el decirle te amo o simplemente lo dije como respuesta mecánica y continué viendo mi celular. Todo eso condicionará el resto de mi relación por este día; no quiere decir que la relación terminará, pero sí cómo será el resto de nuestra comunicación; quizás amorosa, áspera o tal vez distante y fría. Todo depende de cómo me comunico con ella, o con mis hijos, mis amigos, mis padres; cualquiera sea el caso, esos serán los 5 minutos más importantes de tu día.
La comunicación interpersonal no es sólo verbal sino también corporal, gesticular, intencional. Las palabras a veces dicen menos que los gestos, tonos o posturas. Debo tener cuidado para expresar correctamente lo que quiero decir. No quiero decir “tener cuidado” como si estuviera ocultando algo, sino más bien con amor, cuidando a la otra persona de que no mal entienda lo que estoy tratando de decir. Yo no creo que las personas dicen cosas sin querer. A veces  oímos que después de una pelea uno dice al otro: “no quise decirte eso”. 

Personalmente creo que sí, realmente lo quisimos decir; porque quizás el enojo, la envidia, el rencor u otro sentimiento nos movió a decir eso con la intensión de lastimar. Sabíamos que si decíamos esa palabra provocaríamos cierto efecto en el otro. Creo que no medimos lo que decimos, creo que a veces decimos porque estamos enojados pero no nos fijamos en las consecuencias de lo que dijimos y luego nos arrepentimos. 
Algunos no entienden lo que se les pide porque el orden de la indicación está cambiado. Una mamá dice: “si quieres ver televisión, lava los platos”. Entonces al darse cuenta su hijo está viendo televisión y no ha lavado los platos. ¿Por qué? Simplemente porque el orden le dicta lo que debe hacer primero: ver televisión, lavar los platos. Alguno dirá es un ejemplo muy tonto, pero también muy cotidiano y casi imperceptible, lo hacemos todo el tiempo, pensamos: hago esto primero y luego lo otro no hay problema. Pero si el orden estuviera correcto no habría problemas: “lava los platos y después ves televisión”. 
Las palabras tienen la facultad de atraer o alejar a las personas. Con palabras podemos mostrar amor u odio, podemos mostrar interés o indiferencia. Por eso es muy importante que sepamos como comunicarnos con los demás. 
Quiero hacerte una pregunta y luego llegar a una conclusión:
¿Cómo es tu relación con los demás? Quizás seas de los que tienen muchos amigos, de los que son buenos en las relaciones, estable y equilibrado; o quizá el que poco habla y casi nadie quiere estar con él. Piensa en que tu vida pasa y los días no te esperan, que todo el tiempo que tienes hoy es para aprovecharlo en vivir de la mejor manera, con buenas relaciones y siendo de influencia a otros.
Colosenses 4:6 “Sea vuestra palabra siempre con gracia, SAZONADA con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.” 
La conclusión es que Dios también quiere comunicarse con nosotros porque quiere tener una relación personal, íntima y amorosa.
Dice la Biblia:
1.       Él buscó la forma de acercase a nosotros para que podamos tener comunión con Él.
 San Juan 1:14 “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad”.
2.       Dios tuvo que tomar la forma de hombre para poder comunicarse con nosotros, entendernos y así mostrarnos su amor.
Hebreos 1:1-3 Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,
3.       Dios quería hablarnos en forma personal y declararnos su amor
San Juan 3:16-18 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.”
4.       Dios nos reconcilia por medio de Jesús
Colosenses 1:19-22 “por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.
Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él;”

Dios quiere comunicarse contigo, ¿estás dispuesto a escucharle? Dios ya dio el primer paso, depende de ti aceptar su oferta de amor.

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