jueves, 7 de enero de 2016

La mujer que amas

Eclesiastes  9:9  Goza de la vida con la mujer que amas, todos los días de la vida de tu vanidad que te son dados debajo del sol, todos los días de tu vanidad; porque esta es tu parte en la vida, y en tu trabajo con que te afanas debajo del sol.

Al final de cuentas, del trabajo te jubilas, los hijos crecen y se van, tu casa se vuelve grande y la vendes para terminar en un geriátrico o clínica de reposo. Así que sólo te queda la mujer que amas; puedes hacer grandes riquezas, muchos negocios y alcanzar un renombre en la sociedad, pero al llegar la noche y regresar a casa, nada es más importante en tu vida que ella.

Debajo del sol, las razones del hombre para vivir son cosas temporales, todo se deteriora, envejece, te lo roban, se te destruye. Bueno es parte de la vida y Dios mismo te da la posibilidad de disfrutar eso, por eso le llama vanidad, es algo vacío y temporal. Puedes construir todo un imperio, pero si Dios no te da el privilegio de disfrutarlo, terminas siendo un pobre y miserable y al final de cuentas de todo eso, lo más valioso que puedes tener es la mujer que amas.

No sé cuál es tu relación con alguna mujer, y hoy permítanme hablar a los hombres. No sé si tienes una esposa o novia, no sé si la mujer que amas es tu mamá porque aún no tienes pareja. Pero el enfoque de tu vida debe ser gozar con ella y hacerla feliz, no en momentos, no de a ratos, no por circunstancias, sino todos los días que Dios te dio. Este es el gran desafío de Dios para tu vida, esta es tu parte o lo que te corresponde.

Ninguna otra cosa en la vida te traerá mayor satisfacción de haber logrado algo como hombre, sino una mujer feliz a tu lado. El éxito de un hombre en la vida, se nota en el rostro de su esposa. Una foto familiar puede mostrar hasta dónde has llegado y cuánto has sacrificado en la vida; no me refiero a lo material porque al final de cuentas eso es sólo pasajero. Pero sí qué fue lo que lograste a lo largo de tu vida.


Pídele a Dios sabiduría para que puedas alcanzar esta meta. Busca a Dios hoy. ¿Qué haces para ocuparte de tu mujer?, invítale a hacer algo romántico hoy; llévale al cine, sal a caminar, regálale flores; esos detalles no sólo alagan a la otra persona, también hablan mucho de tu carácter y amor. Aprovecha tu tiempo en invertir en la mujer que amas.

sábado, 2 de enero de 2016

Primeros pasos del año

Jeremías 20:12  Oh Jehová de los ejércitos, que pruebas a los justos, que ves los pensamientos y el corazón, vea yo tu venganza de ellos; porque a ti he encomendado mi causa.


Me puse a pensar en tres cosas de este versículo al comenzar el año. Siempre que comenzamos a transitar un nuevo camino o emprendemos nuevos proyectos estamos un tanto titubeantes sobre qué va a pasar o con quién vamos a trabajar. A veces dudamos si los que están a nuestro lado pueden ser realmente de ayuda. Por eso quiero que veamos juntos estos puntos.

1- Dios prueba a los justos. No es cuestión sólo de decir que somos justos sino de probarlo. Quizás sea fácil decir que estamos bien ante Dios pero debemos demostrarlo. Debemos vivir de una manera que haga verdad lo que decimos y esto es un desafío para mi vida. Es un desafío para ambos, para ti también. Quiero ayudarte y pedirte que me ayudes a vivir de una manera justa. Y sé que ambos podemos.

2- Dios ve los pensamientos y el corazón. Dios sabe tanto lo que pensamos como lo que sentimos. No hay forma de engañarlo Él sabe todo, por más que diga que no siento o que no estoy queriendo decir eso... Dios sabe lo que hay en el fondo. Es interesante que este pasaje dice que Dios ve; Él está observando tu vida y la mía, tus pensamientos y sentimientos. Esto me desafía a pensar en ser sincero con Dios. Conmigo mismo y con los demás. Quiero ser íntegro y no esconder nada a nadie.


3- Encomendar la causa a Dios. No quiero luchar más con nadie. Ni conmigo mismo. Si ponemos nuestra causa en las manos de Dios. Él hará lo mejor para nosotros y podemos confiar en eso. Si nos atacan o se burlan. Si nos ofenden o critican o insultan... Dios lo ve y él les dará su pago.


Quiero que pienses en esto y tomemos un firme deseo de vivir así. Sé cuán importante es para ti hoy vivir así y lo anhelas y buscas de corazón. Yo también y no quiero ser de tropiezo a nadie sino de fortaleza y bendición.