Génesis 1:3
Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.
A
veces me parece hasta chistoso este versículo. Pero encierra una verdad tan
grande como Dios mismo.
Este
versículo muestra un aspecto de Dios que muchas veces olvidamos, que sí, lo
decimos, mencionamos y a veces en nuestras oraciones lo declaramos. Pero ¿cuán
real es en nuestra vida este conocimiento? Dios es TODOPODEROSO. Este corto
versículo revela el inmenso poder de Dios.
Tú
puedes ver fotos de la galaxia tomadas por el Hubble (sírvete buscar en Google)
y todo eso que ves es el producto del
poder de Dios. Lo incomprensible es que Él lo dijo y fue hecho, mi mente
realmente no puede llegar a captar toda esta verdad. ¿Tenemos realmente todo
esto en nuestra mente? Yo debo confesar que muchas veces no. No porque no crea
o confíe en Dios, sino porque mi mente no puede contener tanta grandeza, como
decía el salmista:
Psa 139:14 Te alabaré; porque
formidables, maravillosas son tus obras;
Estoy maravillado,
Y mi alma lo sabe muy bien.

¿Cómo
podemos estar abrumados o confundidos cuando tenemos tal fuente de poder? ¿No
es ilógico pensar en que buscamos poder en nosotros cuando tenemos a nuestra
disposición al Dios eterno?

Cada
vez que tengas un problema, una necesidad, un dolor y necesitas cosuelo, ayuda
y provisión; pídele al que es capaz de dividir el mar, de sacar agua de la
piedra, de hacer caer pan del cielo. Al que es capaz de dar a su Hijo por amor
a ti. Al que quiere tenerte cerca, simplemente porque te ama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario