La
comunicación es la base toda relación humana. No podríamos enamorarnos o
mantener una relación sin conocerle, compartir y hablar con él. La queja de la
mayoría de los jóvenes hoy en día es: que sus padres no les escuchan o no les
prestan atención o no les hablan.
La
sociedad de hoy tiende a ser cada vez más impersonal, las redes sociales, los
sms sólo hacen que mostremos lo que queremos que vean de nosotros, una fachada
elegante y conveniente. Un perfil aceptable y hasta iluso.
Pero
la raíz de toda relación es la comunicación; sin ella no podemos ir más allá de
la simple apreciación. Es como pasar por una vitrina de la pastelería pero no
entrar ni siquiera para sentir el aroma de las tortas. Una relación sin
comunicación se vuelve solitaria. La comunicación por monosílabos: si, no, ¿eh?
sólo trae como consecuencia el abandono y el engaño. Cuando los hijos comienzan
a ocultar cosas a los padres porque sienten que no les prestan la atención requerida,
cuando el esposo busca fuera del hogar cariño porque sólo escucha quejas al
llegar del trabajo, cuando la esposa da más tiempo en la red social de internet
porque su marido sólo quiere ver televisión. Sin comunicación nuestro único
destino es la soledad y la tristeza.
Creo
que los 5 minutos más importantes del día son los primeros al ver a mi esposa.
Porque de acuerdo a cómo me comunique con ella resultará el resto de mi día. Si
fui grosero, si fui amable, si le pregunté como se sentía, si no me fijé en cómo
estaba vestida, si fui profundo en el decirle te amo o simplemente lo dije como
respuesta mecánica y continué viendo mi celular. Todo eso condicionará el resto
de mi relación por este día; no quiere decir que la relación terminará, pero sí
cómo será el resto de nuestra comunicación; quizás amorosa, áspera o tal vez
distante y fría. Todo depende de cómo me comunico con ella, o con mis hijos,
mis amigos, mis padres; cualquiera sea el caso, esos serán los 5 minutos más
importantes de tu día.
La
comunicación interpersonal no es sólo verbal sino también corporal, gesticular,
intencional. Las palabras a veces dicen menos que los gestos, tonos o posturas.
Debo tener cuidado para expresar correctamente lo que quiero decir. No quiero
decir “tener cuidado” como si estuviera ocultando algo, sino más bien con amor,
cuidando a la otra persona de que no mal entienda lo que estoy tratando de
decir. Yo no creo que las personas dicen cosas sin querer. A veces oímos que después de una pelea uno dice al
otro: “no quise decirte eso”.
Personalmente creo que sí, realmente lo quisimos
decir; porque quizás el enojo, la envidia, el rencor u otro sentimiento nos
movió a decir eso con la intensión de lastimar. Sabíamos que si decíamos esa
palabra provocaríamos cierto efecto en el otro. Creo que no medimos lo que
decimos, creo que a veces decimos porque estamos enojados pero no nos fijamos
en las consecuencias de lo que dijimos y luego nos arrepentimos.
Algunos
no entienden lo que se les pide porque el orden de la indicación está cambiado.
Una mamá dice: “si quieres ver televisión, lava los platos”. Entonces al darse
cuenta su hijo está viendo televisión y no ha lavado los platos. ¿Por qué?
Simplemente porque el orden le dicta lo que debe hacer primero: ver televisión,
lavar los platos. Alguno dirá es un ejemplo muy tonto, pero también muy
cotidiano y casi imperceptible, lo hacemos todo el tiempo, pensamos: hago esto
primero y luego lo otro no hay problema. Pero si el orden estuviera correcto no
habría problemas: “lava los platos y después ves televisión”.
Las
palabras tienen la facultad de atraer o alejar a las personas. Con palabras
podemos mostrar amor u odio, podemos mostrar interés o indiferencia. Por eso es
muy importante que sepamos como comunicarnos con los demás.
Quiero
hacerte una pregunta y luego llegar a una conclusión:
¿Cómo
es tu relación con los demás? Quizás seas de los que tienen muchos amigos, de
los que son buenos en las relaciones, estable y equilibrado; o quizá el que
poco habla y casi nadie quiere estar con él. Piensa en que tu vida pasa y los
días no te esperan, que todo el tiempo que tienes hoy es para aprovecharlo en
vivir de la mejor manera, con buenas relaciones y siendo de influencia a otros.
Colosenses
4:6 “Sea
vuestra palabra siempre con gracia, SAZONADA
con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.”
La
conclusión es que Dios también quiere comunicarse con nosotros porque quiere
tener una relación personal, íntima y amorosa.
Dice
la Biblia:
1. Él buscó la forma de acercase
a nosotros para que podamos tener comunión con Él.
San
Juan 1:14 “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos
su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad”.
2. Dios tuvo que tomar la forma
de hombre para poder comunicarse con nosotros, entendernos y así mostrarnos su
amor.
Hebreos 1:1-3 “Dios, habiendo
hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los
profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien
constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; el cual,
siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien
sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la
purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra
de la Majestad en las alturas,
3.
Dios quería hablarnos en
forma personal y declararnos su amor
San Juan 3:16-18 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida
eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino
para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado;
pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del
unigénito Hijo de Dios.”
4. Dios nos reconcilia por medio
de Jesús
Colosenses 1:19-22 “por cuanto agradó al Padre
que en él habitase toda plenitud, y por medio de él reconciliar consigo
todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los
cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.
Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra
mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado en su cuerpo de
carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e
irreprensibles delante de él;”
Dios
quiere comunicarse contigo, ¿estás dispuesto a escucharle? Dios ya dio el
primer paso, depende de ti aceptar su oferta de amor.