viernes, 20 de enero de 2012

Sólo es cuestión de tiempo, lo sé.

Tiene todo el tiempo del mundo, o por lo menos más que tú. Mira desde los rincones donde no lo puedes ver; está agazapado, al acecho, se queda como inmóvil sólo viendo que harás con la carnada que te puso. Él sabe perfectamente que es sólo cuestión de tiempo, hay que esperar y pronto picará. No sé si inventó la pesca, pero es un experto. Usa diferentes tipos de carnadas, algunas son más apetitosas que otras, pero todo es cuestión de gustos. Satanás usa la misma estrategia que la primera vez. Te muestra, te seduce y te hace caer.

La Tentación, su carnada; no es pecado inicialmente, sí como lo leíste, no lo es. La tentación es el medio, el canal por donde te guía a pecar. La tentación es la propuesta que apela a tus apetitos para que peques contra Dios. Satanás sabe que si pone la carnada correcta y espera, está al acecho, pronto atrapará al incauto. Así que se coloca en un lugar donde no lo veas, no te molesta y espera a que rondes su anzuelo y pruebes un poquito, luego te atrapa y hace leñas de tu vida.

Veamos como es su estrategia:
1-    Te muestra: hace que mires lo que él sabe que es tu debilidad, para esto él te observó primero, te estudió, te probó en otras ocasiones, conoce tus reacciones y tiene algunos secuaces que te vigilan y saben todos tus movimientos. Entonces sabe donde estás, con quién y de qué ánimo; luego pone su trampa.
2-    Te induce: te hace razonar, obviamente con su razonamiento. Te habla al oído, te dice que mereces tener eso, que si Dios no te lo da es porque no se preocupa de ti y que puedes tenerlo por tu propia cuenta; quizá Dios lo dejó en tu camino para que lo uses. Te zalamea, habla con palabras que lo hacen ver como preocupado por tus intereses y necesidades, pero es parte de su trampa.
3-    Te desgarra: una vez que caíste en su trampa hace pedazos tu autoestima, te atormenta con reproches y burlas, ridiculiza tu fe y se burla de Dios. Dice: “lo logré, gané otra vez”.

Esta estrategia la uso con Eva y con todos nosotros y siempre le funcionó, mira estos pasajes:

Génesis 3:6  Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.

Josué 7:20  Y Acán respondió a Josué diciendo: Verdaderamente yo he pecado contra Jehová el Dios de Israel,  y así y así he hecho.
21  Pues vi entre los despojos un manto babilónico muy bueno,  y doscientos siclos de plata,  y un lingote de oro de peso de cincuenta siclos,  lo cual codicié y tomé;  y he aquí que está escondido bajo tierra en medio de mi tienda,  y el dinero debajo de ello.

1Juan 2:16  Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.

La estrategia es mostrarte, captar tu atención. Inflar tu ego con pensamientos que te dicen que mereces eso y luego pecas. Otro nombre para Lucifer es justamente: Tentador.

Santiago 1:13  Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie;
14  sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.
15  Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.

Pero tranquilo, la tentación no es pecado, te puede hacer pecar. Déjame explicarte, no quiero crear dudas o conflictos en tu vida. La tentación mueve a tus apetitos, o sea tu concupiscencia y ella entra en acción caes en pecado. Supongamos que una persona se levanta del asiento de adelante tuyo en el tren y deja caer su billetera. Tú necesitas dinero, es tu oportunidad de conseguir algo. Escuchas una voz que te dice: “es provisión del cielo”. Miras, nadie te mira, lo piensas… hasta ahí no hay pecado, pero si comenzaste a codiciar, y lo tomas, sí pecas. Pero si lo tomas y lo devuelves no. El primer encuentro con la tentación es casual, o sea es casi inevitable. Puedes estar viendo televisión y aparecen imágenes un tanto provocativas, no puedes evitarlo, aparecieron, pero de ahí en más depende de tu decisión, si das rienda suelta a tus apetitos o das lugar a la obra del Espíritu Santo, y cambias de canal.

Te doy el mayor ejemplo. El Señor Jesús, fue tentado pero no pecó. La tentación no fue una sola vez, dice el evangelio de Lucas que fue tentado por 40 días y luego de la tentación que todos conocemos por el relato, concluye diciendo que se apartó de Él por un tiempo. O sea que a lo largo de su ministerio y vida fue tentado. Lee por favor Lucas 4:1-13. Hay más en el libro de Hebreos dice:

Hebreos 2:14  Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo,
15  y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.
16  Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia de Abraham.
17  Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo.
18  Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados.

Hebreos 4:14  Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión.
15  Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
16  Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.

1Pedro 2:21  Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas;
22  el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca;
23  quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente;
24  quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.


¿Necesitas más versículos?, no creo, estos te muestran que Jesús al igual que tú y yo fue tentado pero venció la tentación, no se sujetó al pecado. Y es quien nos puede librar de la seducción del pecado. Es quien puede salvarte de las asechanzas del enemigo, puede borrar todo tropiezo si miras en la dirección correcta, la cruz.



(Aclaración: Acecho es cuando un animal vigila y trata de atacar a su presa. Y Asechanza es la intensión de engañar a alguien).

1 comentario:

  1. ¿Necesitas más versículos?, no creo, estos te muestran que Jesús al igual que tú y yo fue tentado pero venció la tentación, no se sujetó al pecado.!
    GRACIAS!!!!! Muuchas muuchas gracias a Dios x su bendicion y animo! no hya dudas Dios es FIEL!!!

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