Amistades por conveniencia, es lo que todos detestamos, que
alguien sólo nos busque por obtener algo de nosotros. Puede ser por dinero, posición o amistades, tal vez te busca porque eres amigo o hermano de la chica más linda del barrio o de la escuela; porque tienes buenas calificaciones o sabes mucho de matemáticas, no sé hay muchas variantes. Pero es interesante que
la razón maliciosa de Labán tenía un fundamento bueno: “Dios”.
Génesis 30:27 Y Labán le respondió: Halle yo ahora gracia en tus ojos, y quédate; he experimentado que Jehová me ha bendecido por tu causa.
Te imaginas que tu jefe te diga: “no me conviene despedirte
porque Dios me bendice por tu causa”. Si no lo sabias, somos portadores de
bendición porque somos contenedores del Espíritu de Dios. Somos portadores de
Luz, somos hijos de Dios. La gente debe desear estar a nuestro lado por esa
razón, debe sentir gran aprecio por nosotros porque Dios salpicará su gracia a ellos cuando nos bendice a nosotros.
Lo triste es que algunos damos tan mal testimonio que los demás
desacreditan la efectividad de la vida cristiana. A veces somos más de tropiezo que de bendición; murmuramos, nos quejamos, hacemos las cosas a medias, vivimos por debajo del promedio y somos mediocres; no queremos estudiar y somos perezosos; desobedecemos a nuestros padres, mentimos y somos deshonestos aún en cosas sin sentido.
¿Podemos hacer algo al respecto?, siempre hay algo qué hacer, obviamente podemos cambiar nuestro testimonio y ser de bendición a muchos. ¿Cómo?, viniendo cada día a Dios. Llénate cada día de la gloria
de Dios para ser de bendición a los demás. Encuéntrate con Dios hoy.
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