Irresistible
Un liderazgo irresistible es el sueño de todo aquel que está
en el gobierno, que lo amen, que lo busquen, que lo sigan. Pareciera que el
afán de ser querido llega a tal extremo que harían cualquier cosa por quedar
bien con sus oyentes para ser amados.
Pero, ¿puede haber liderazgo irresistible en la obra de
Dios?, personalmente creo que sí, uno de estos ejemplos es la vida de Juan el
bautista. Nació con el llamado al servicio, no cualquier trabajo, sino el de
preparar el corazón del pueblo para recibir al Mesías. Vivió lejos de las
comodidades de la ciudad y se dedicó a predicar el arrepentimiento y bautizar,
hizo que mucha gente vuelva al Señor.
Pero al ver su vida, pareciera que pocos siervos o líderes de
hoy en día están dispuestos a tener un ministerio como el suyo. Y no me refiero
específicamente a vivir en el desierto, vestir pieles de camellos etc. Me
refiero a confrontar al mundo con su pecado. Si algo caracterizó la vida de
Juan fue sus encontrones con el sistema de su época. Con el mundo en general,
sus gobernantes que vivían fuera de la voluntad de Dios y con la hipocresía
religiosa. El legalismo y los abusos de parte de aquellos que tenían cierta
autoridad.
Increíblemente su liderazgo era atractivo e irresistible.
Todos venían a él de diferentes lugares, todos querían escuchar lo que Dios
decía por medio de Juan.
Mateo 3:1 En aquellos días vino Juan el Bautista
predicando en el desierto de Judea,
2 y
diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.
3 Pues éste
es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo:
Voz del
que clama en el desierto:
Preparad el camino del Señor,
Enderezad sus sendas.
4 Y Juan
estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus
lomos; y su comida era langostas y miel silvestre.
5 Y salía a
él Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia de alrededor del Jordán,
6 y eran
bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados.
7 Al ver él
que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía:
¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?
8 Haced,
pues, frutos dignos de arrepentimiento,
Su vestimenta no era la más moderna, su estilo de vida no era
el más lujoso o deseable, pero su predicación era impactante. Su vida
controversial estaba marcada con el sello del llamado de Dios. El Espíritu
Santo lo había capacitado para confrontar el pecado y las personas venían a él
para ser bautizados, reconociendo su arrepentimiento y mostrando su deseo de
volver a Dios.
La pregunta es: “¿mi liderazgo está marcado por esta fuerza?”,
debemos reconocer que muchos de nosotros nos vemos tentados a callar por no
ofender a los demás, por no molestarlos y quizá temer que no vuelvan a nuestra
iglesia. Hoy se predica un evangelio liviano de amor y paz, donde no importa tu
vida, sólo debes abrazar a Cristo y Él te recibirá. Un evangelismo sin
compromiso a vivir en santidad, a seguirle, a amarle de todo corazón, alma y
mente.
El apóstol Pablo dijo: “que el evangelio están encubierto
para los que se pierden, porque Satanás cegó el entendimiento” ¿Cómo?, con una
manera simplificada del evangelio muchas veces. Donde Jesús murió como mártir y
si creo en Él soy salvo. Cuando la Biblia dice que el Dios del universo vino a
morir y resucitar para traer salvación, y quien espera de nosotros que vivamos
como hijos suyos. El apóstol Pedro decía: “convertíos de los ídolos al Dios
vivo”.
Vemos un ministerio popular por el mensaje confortable, pero no por la confrontación, por personas
que se rinden a Cristo porque reconocen sus pecados. Sé que no es fácil, que
muchos podrán criticarnos, pero el fruto de vidas transformadas merece el
precio.
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