miércoles, 21 de marzo de 2012

Los hombres las prefieren tontas


Al abrirse la puerta todos vuelven a sus escritorios, algunos saludan con un sonrisa un tanto hipócrita; al pasar, otros hacen una expresión de alivio al no ser sorprendidos en su descanso en horas de trabajo. Ningún hombre intenta acercarse, las mujeres chismosean de ella. No es fea, tiene su propio departamento y coche, es una mujer exitosa, atractiva.  Pero tiene un problema: que los hombres le temen, “es inteligente”.

Ha sido tema de debate y chistes, por años ha ido acentuándose más y más el concepto de que los hombre tienen miedo a una mujer inteligente. Y hoy más que nunca en la sociedad en la que vivimos, donde la igualdad de género ya no es una excepción sino una obligación; la mujer toma mayor fuerza y áreas de desempeños, compitiendo con los hombres y aun quitándoles el puesto.

Pero ¿Qué es la inteligencia?, ¿Es diferente en el hombre y la mujer?, ¿son los hombres más inteligentes?.

Albert Einstein dijo: Todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas.

El diccionario define a la inteligencia como: la capacidad de entender, asimilar, elaborar información y utilizarla para resolver problemas. La inteligencia, entre otras acepciones es la "capacidad para entender o comprender" y como la "capacidad para resolver problemas". La inteligencia parece estar ligada a otras funciones mentales como la percepción, o capacidad de recibir información, y la memoria, o capacidad de almacenarla.

No estamos hablando de igualdad, ya que eso se puede dejar a lo social; sino a que si somos iguales fisiológicamente y la verdad es que no. La antropología, la psicología y la neurología están de acuerdo en señalar que las mentes masculinas y femeninas son distintas (que cada género posee una manera particular de organizar y procesar la información, pero ninguna supera a la otra). Se trata de dos estilos de procesamiento, dos maneras de pensar, que de ninguna manera son irreconciliables.  
Las mujeres piensan en forma más holística (global), son más flexibles (menos rígidas y dispuestas a tener en cuanta la excepción a la regla), más intuitivas e imaginativas a la hora de buscar soluciones, y prefieren hacer planes a más largo plazo. A veces les cuesta tomar una cosa a la vez.
Los hombres somos más atentos (circunscritos), nos cuesta suspender lo que estamos haciendo, nos gustan los resultados rápidos (inmediatistas), pensamos de manera más lineal y causal, y preferimos avanzar gradualmente en el logro de los objetivos (análisis por pasos). A veces nos cuesta integrar información dispersa.
 Aspectos múltiples vs aspectos secuenciales: La mente femenina funciona con base a un pensamiento en red donde la información es permanentemente totalizada, la mente masculina es concreta, pragmática e hiperconcentrada.
La psicología femenina puede ver más allá de lo inmediato y planificar con mucha anterioridad. La imaginación le permite adentrase al futuro y tener una actitud preventiva de alto rendimiento. Los hombres funcionamos más y mejor en el aquí y el ahora, nos agrada resolver problemas.
La mente masculina tiende a rechazar el pensamiento visceral y las decisiones intuitivas: todo debe ser claramente explicado y analizado antes de tomar una decisión. La mente femenina es capaz de asimilar infinidad de pequeños detalles en un todo significativo y "olfatear" la solución aparentemente sin tantos recursos técnicos. Al ser más flexible asimila incluso aquella información que los hombres eliminan (en ocasiones la solución correcta suele estar precisamente en esos datos desechados). Quizás allí, en esa capacidad de juntar lo aparentemente aislado, reside la famosa intuición femenina, el oráculo de ciertas damas.
La tendencia parece clara: la mujer aglutina y el hombre divide. El hombre ve el árbol y no es capaz de apreciar la belleza del bosque; la mujer se adentra en el bosque, y olvida los árboles. O desde una visión más optimista: el varón cuida más el árbol, mientras la mujer cuida más el bosque.
Esta diferencia produce cierto tipo de sensación de amenaza para algunos hombres; ellos ven que la ventaja que tienen las mujeres, sus ideas y su forma de reaccionar o de solucionar los problemas más simples, como un intento de arrebatarles el poder y el control sobre cierta situación o función. El machismo social y el orgullo de querer tener la razón, a veces mal enseñado por la sociedad y también por la iglesia, en el hecho de hablar del hombre como líder; hace que este temor se acrecenté y afirme.

Pero ¿es verdad que el hombre prefiere una mujer tonta o básica?, sin el ánimo de ofender a ninguna mujer. Las llamadas “mujeres básicas o tontas” se refiere a veces a las superficiales que sólo se ocupan de aspectos de imagen y no desarrollan las habilidades de resolver problemas de forma efectiva, las que descansan en la guía y manejo del hombre y sólo se disponen a ser llevadas y cuidadas por él. Algo que para el hombre es favorable, ya que le permite suplir su necesidad de ser el protector y al mismo tiempo calma la expectativa de la mujer de tener una figura paterna que la sigue cuidando.

Podemos resumir en dos razones básicas o primarias del por qué el hombre se aleja de una mujer inteligente: “ser el protector y tener la razón”. Por lo general en una mujer inteligente, sobresaliente en sus actividades y con iniciativa, cuestiona las decisiones malas o las acciones irracionales que a veces tenemos los hombres. Son más precavidas y cuidadosas, entonces según la perspectiva de los hombres, ella se convierte en alguien difícil de manejar y no se sujeta a su autoridad.

Lo curioso es que a pesar de las quejas del hombre y de la batalla de los sexos, es así justamente como Dios las creó. Para que fueran el complemento de los hombres, la ayuda idónea, que ella pueda fortalecer nuestras debilidades y faltas, que puedan corregir nuestros errores. 



Una mujer inteligente y sabia, sabrá como ganar el corazón y su lugar en su hogar; una mujer necia derribará su casa como dice el libro de Proverbios. Un hombre sabio honrará a una mujer sabia, un hombre necio que sólo quiere satisfacer sus propios intereses y caprichos, tratará de manipular y manejar a la mujer a su antojo.

Un hombre sabio e inteligente buscará una mujer inteligente y sabia. Un hombre necio se conformará con una mujer necia. Pájaros de la misma pluma vuelan juntos.

lunes, 19 de marzo de 2012

Liderazgo, más que dirigir o predicar - 4


Irresistible
Un liderazgo irresistible es el sueño de todo aquel que está en el gobierno, que lo amen, que lo busquen, que lo sigan. Pareciera que el afán de ser querido llega a tal extremo que harían cualquier cosa por quedar bien con sus oyentes para ser amados.
Pero, ¿puede haber liderazgo irresistible en la obra de Dios?, personalmente creo que sí, uno de estos ejemplos es la vida de Juan el bautista. Nació con el llamado al servicio, no cualquier trabajo, sino el de preparar el corazón del pueblo para recibir al Mesías. Vivió lejos de las comodidades de la ciudad y se dedicó a predicar el arrepentimiento y bautizar, hizo que mucha gente vuelva al Señor.
Pero al ver su vida, pareciera que pocos siervos o líderes de hoy en día están dispuestos a tener un ministerio como el suyo. Y no me refiero específicamente a vivir en el desierto, vestir pieles de camellos etc. Me refiero a confrontar al mundo con su pecado. Si algo caracterizó la vida de Juan fue sus encontrones con el sistema de su época. Con el mundo en general, sus gobernantes que vivían fuera de la voluntad de Dios y con la hipocresía religiosa. El legalismo y los abusos de parte de aquellos que tenían cierta autoridad.
Increíblemente su liderazgo era atractivo e irresistible. Todos venían a él de diferentes lugares, todos querían escuchar lo que Dios decía por medio de Juan.

Mateo 3:1  En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea,
2  y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.
3  Pues éste es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo:
 Voz del que clama en el desierto:
 Preparad el camino del Señor,
 Enderezad sus sendas.
4  Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y su comida era langostas y miel silvestre.
5  Y salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia de alrededor del Jordán,
6  y eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados.
7  Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?
8  Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento,
Su vestimenta no era la más moderna, su estilo de vida no era el más lujoso o deseable, pero su predicación era impactante. Su vida controversial estaba marcada con el sello del llamado de Dios. El Espíritu Santo lo había capacitado para confrontar el pecado y las personas venían a él para ser bautizados, reconociendo su arrepentimiento y mostrando su deseo de volver a Dios.
La pregunta es: “¿mi liderazgo está marcado por esta fuerza?”, debemos reconocer que muchos de nosotros nos vemos tentados a callar por no ofender a los demás, por no molestarlos y quizá temer que no vuelvan a nuestra iglesia. Hoy se predica un evangelio liviano de amor y paz, donde no importa tu vida, sólo debes abrazar a Cristo y Él te recibirá. Un evangelismo sin compromiso a vivir en santidad, a seguirle, a amarle de todo corazón, alma y mente. 

El apóstol Pablo dijo: “que el evangelio están encubierto para los que se pierden, porque Satanás cegó el entendimiento” ¿Cómo?, con una manera simplificada del evangelio muchas veces. Donde Jesús murió como mártir y si creo en Él soy salvo. Cuando la Biblia dice que el Dios del universo vino a morir y resucitar para traer salvación, y quien espera de nosotros que vivamos como hijos suyos. El apóstol Pedro decía: “convertíos de los ídolos al Dios vivo”.
Vemos un ministerio popular por el mensaje confortable,  pero no por la confrontación, por personas que se rinden a Cristo porque reconocen sus pecados. Sé que no es fácil, que muchos podrán criticarnos, pero el fruto de vidas transformadas merece el precio.

sábado, 17 de marzo de 2012

Liderazgo, más que predicar o dirigir - 3


Inteligente: 
El liderazgo muchas veces está caracterizada por la audacia, la creatividad y la temeridad de un líder. Pero también muy pocas veces se ve a uno que está intentando en aprender de otros. Quizá por orgullo o por temor de mostrar debilidad, no quiere reconocer que no sabe de algo o no tiene las respuestas.
A veces este tipo de actitudes le convierten en una persona orgullosa y soberbia; dejan de ser sencillos para escudarse en una imagen de hombres y mujeres perfectos, que no cometen errores, siendo de tropiezo para otros.
Otros no quieren seguir el consejo de los demás, creen que su punto de vista o su inventiva les va a dar los resultados más destacados y sobresalientes. Se vuelven empecinados en su propio criterio e ideas y no quieren escuchar. Tratan de inventar el agua tibia. No se dan cuenta que hay otros siervos que ya pasaron por el mismo camino, cometieron los mismos errores y están dispuestos a darles un consejo por la experiencia. Esto por lo general los lleva al fracaso y casi siempre echan la culpa a los demás, justificando su falta de dirección.

La inteligencia es la capacidad de entender, asimilar, elaborar información y utilizarla para resolver problemas. El diccionario define la inteligencia, entre otras acepciones como la "capacidad para entender o comprender" y como la "capacidad para resolver problemas". La inteligencia parece estar ligada a otras funciones mentales como la percepción, o capacidad de recibir información, y la memoria, o capacidad de almacenarla.

Por ejemplo si comienzo a describir un árbol al costado de mi casa, es grande y frondoso, con hojas verdes y finas, sus ramas extendidas dan una forma cónica y en ellas se anidan palomas. En su mente automáticamente comenzó a generarse una imagen, aunque usted nunca vio el árbol, puede imaginárselo porque su mente comprendió de qué estoy hablando, relacionó la forma con otras que ya vio en el pasado y pudo obtener una idea general de lo que le estoy hablando. Eso se llama comprensión. Es la capacidad de la mente de entender y comprender lo que escucha, parte de la inteligencia.

En el liderazgo debemos ser inteligentes, debemos tener esta capacidad de saber resolver un problema viendo lo sucedido en el pasado o en otras personas. Cuando estamos frente a nuevos desafíos y decisiones, ante situaciones que necesitan de nuestra dirección debemos tomar pasos inteligentes, no basados en el temor o en las emociones o frustraciones. Debemos medir las consecuencias y según el consejo de otros ver qué es lo más conveniente. El temor, la ansiedad o la frustración, son emociones que a veces nos empujan a decidir y no tomar el tiempo necesario para pensar y orar antes de obrar. Esto puede traer trágicos resultados.

Un gran ejemplo para mí es Josué. Por muchos años caminó junto al más grande líder de Israel. Le sirvió, peleó las batallas; enfrentó a un pueblo rebelde. Josué aprendió a liderar en la mejor escuela que podemos pensar. Y por sobre todo fue un líder inteligente, aprendió de los errores del pasado, de los errores de Moisés.

Josué 2:1 Josué hijo de Nun envió desde Sitim a dos espías secretamente, diciéndoles: andad, reconoced la tierra y a Jericó…

Este versículo nos dice mucho sobre lo que vivió Josué y sus experiencias pasadas, cómo tomar una decisión correcta, cómo no volver al desierto. Años atrás Moisés había enviado a doce espías, entre ellos Josué y Caleb, los cuales trajeron buenas noticias y ánimo al pueblo, pero los diez restantes sólo trajeron quejas y miedos que hicieron pecar al pueblo.
Josué sabía que no necesitaba muchas opiniones, que necesitaba un informe objetivo y envió solamente dos personas. Obviamente era difícil entrar como espías en un grupo de 12 hombres, pero dos eran suficientes. Josué no quería equivocarse, Josué quería estar seguro de que iba a tener el resultado que esperaba y tomó la decisión correcta basada en la experiencia de otros. 

Se dice que un prudente es aquel que aprende por sus propios errores, pero que un sabio es el que aprende por los errores de otro. 

Mire, observe, consulte, pida consejo antes de tomar un camino en su ministerio. Hacer la obra basada en su propia opinión no siempre tendrá los mejores resultados. En cambio el consejo de Dios es que en la multitud de consejeros está la victoria.

Otro ejemplo, pero de fracaso, es justamente Josué, pero esta vez por no consultar a Dios. Escuchó a los hombres de Gabaón e hizo pacto con ellos sin pedir la dirección de Dios, y cometió un error. Hacer las cosas independientemente puede tener un alto costo. Puede retrasar el trabajo, perder hermanos, crear discordia. Lo importante es que debemos tomar decisiones inteligentes, guiados por el Espíritu de Dios, afirmados en la fe y oración, conforme a los principios de Dios basados en su Palabra.  

Toma consejo, escucha lo que otros te puedan decir y pídele a Dios que te ayude a tomar decisiones correctas.

viernes, 9 de marzo de 2012

Mentiras de mi cansancio

Yo me he sentido sin fuerzas y he llegado a pensar que ya no puedo trabajar más, que estoy demasiado cansado como para seguir; creo que todos pasamos por momentos así, por ratos en que parece que la vida y el mundo se nos viene encima, todo en contra.

Es en esos momentos cuando me veo al espejo y noto que estoy más viejo, más feo, más arrugado. Que no me he podido comprar ropa en los últimos meses, que mi familia no ha escrito ni un email. Que nadie me dijo hace más de dos meses que me estima o que soy de ayuda a su vida. Siento que nadie agradece por mi trabajo, siento que mis tristezas pasan desapercibidas por la gente que está a mi lado. Pareciera que soy un cero a la izquierda y si sigo enumerando cosas, estoy seguro que seguiré cavando un pozo a mi alrededor del cual no podré salir.

Pero entiendo también que cuando estoy cansado paso por momentos así, de frustración, desgano, desconcierto, pierdo el rumbo y comienzo a deambular por callejones obscuros de autocompadecimiento. Debo reconocer que no son voces de la razón ni de la realidad, sino producto del cansancio; voces de un ser que no hace otra cosa que quejarse, que en vez de hacer algo con toda la carga, se pone a llorar y buscar culpables, trata de conseguir un chivo expiatorio y no hacerse responsable ni aceptar la realidad.

Cuando estoy cansado y comienza esta locura de mirarme a mí mismo trato de sobrellevarlo buscando a otras personas que puedan hablarme de cualquier cosa que me haga evitar pensar en mí. Mirarse a uno mismo, creo que es lo peor que puedes hacer en un momento de cansancio, porque la perspectiva está afectada por el desgaste y no vas a encontrar nada bueno. Eso no quiere decir que no haya nada bueno en ti, sino que no ves nada bueno, porque el cansancio te hará ver todo lo malo. La verdad es que si miras una vida sin Cristo la vas a ver en un estado deplorable y al quitar tus ojos de Jesús para mirarte a ti y tu agobiada vida, siempre, siempre vas a ver lo peor. 


Es ahí cuando toma mayor fuerza el versículo de Hebreos:

Heb 12:2  puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.

Mi mirada debe estar en Él, es Jesús el autor de mi salvación, el ejemplo de que todo sacrificio traerá gozo al final, quien hoy está sentado en su trono listo para ayudarme. Debo mirar a Cristo, no importa lo cansado que esté, debo mirarlo a Él. Debo confiar en Jesús, no en mis fuerzas, no en mis capacidades o potenciales, debo esperar en las fuerzas y descanso que da Jesús. El mayor error de todos es que en momentos de agotamiento queremos estar solos, y muchas veces nos equivocamos porque dejamos a Cristo fuera y es Él la fuente de poder para nuestras vidas. Satanás te adormecerá con palabras cálidas y arrulladoras, diciendo lo bueno que eres y lo poco que le importas a los demás, mentiras que en el cansancio, como esas voces de un sueño; pueden confundirte y hacerte ver cosas que no son. Culpas a los demás, te desquitas con los que tienes a tu alrededor y al estar solo, te echas la culpa de todo y te gritas al espejo que eres un perdedor.

Con el debido respeto: “¡no seas tonto!”, no te creas las mentiras del cansancio, no pienses que la vida es gris porque hoy estás sin fuerzas. Mira a Cristo, no dejes de ver su gloria y recobrarás tu fortaleza, no sé cómo, de eso se encarga Jesús; tú solamente dedícate a contemplarle y di como el salmista:

Sal 119:25  Abatida hasta el polvo está mi alma;
 Vivifícame según tu palabra.

jueves, 8 de marzo de 2012

Liderazgo, más que dirigir o predicar - 2


Inspiración:
Una de las personas que más inspiró a los comerciantes del mundo fue Ray Kroc, quien en 1954 vio a los hermanos Mcdonals trabajar en su hamburguesería, un año más tarde obtuvo los derechos de comercializar la cadena de comidas que hoy es una de las más grandes del mundo.
Inspirar a otros es uno de los propósitos que debería tener todo siervo de Dios. No buscando el ser elevado por sobre los demás sino el ser ejemplo. El apóstol Pablo dijo:
1Co 11:1  Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.  
Pablo ha inspirado a miles de hermanos en la fe a lo largo de la historia, su pasión y devoción, su fervor por predicar el evangelio, su amor por los hermanos y su poder de exhortación lo convierten en un gran ejemplo de toda iglesia.
Pero ¿cómo llegar a ser de inspiración?, hoy en día mucha gente admira a personajes de la televisión, actores de cine y cantantes, hasta a personajes de caricatura. Pero ¿qué falta?. La mayoría de ellos ven en sus actitudes y acciones cierta identificación, ven en ellos el cumplimiento de sus anhelos o que sus sueños pueden ser realidad.
Lastimosamente hay pocas fuentes de inspiración en la iglesia de este siglo. Podemos ver a pastores y predicadores que congregan a grandes grupos, pero no vemos vidas impactadas por su predicación, muchos de estos eventos son atractivos, pero días después todo quedó en lo mismo.
La inspiración surge al ver convicciones firmes en la vida de un individuo. Como actúa, como habla dentro y fuera de la iglesia, la música que escucha, cuales son sus costumbres. Se dice que el carácter de un hombre se marca por lo primero que hace al despertarse y lo último antes de ir a dormir.
Para ser de inspiración a otros debemos buscar de corazón hacer la voluntad de Dios, esforzarnos por ser francos y sinceros, sin dobleces, sin simulaciones ni engaños. Pablo hablaba a Timoteo de tener un amor no fingido.
Lo que los adolescentes más detestan es la hipocresía, que alguien intente ser lo que no es. Los jóvenes quieren ver líderes juveniles, pero no un viejo que se haga el joven. Quieren ver a un hombre que pueda guiarlos, que les enseñe de la vida, no a uno que se intente vestir como ellos o diga que su música les gusta, quieren ver personas interesadas en sus vidas, sus necesidades e intereses.
La mayor inspiración de un joven es ver alguien que quiera estar con él. No alguien que quiera cumplir un plan de discipulado con él. Muchos de los jóvenes rechazan la exhortación de pastores y padres cuando dicen: “yo te entiendo porque pasé por tu misma situación” pero esa es una gran mentira, muchos de nosotros no tenemos ni sabemos cuales son las presiones de los jóvenes hoy en día. Viven en un mundo casi virtual, donde la tecnología le da acceso a cualquier ambiente con un solo clik, mientras que para la mayoría de nosotros a su misma edad era algo imposible.
Es por eso que muchos de los hermanos en las iglesias ven en personas del mundo un referente más aceptable, siendo ellos muchas veces un producto del mercado, pero que satisface sus necesidades y expectativas. La Biblia deja de ser atractiva porque siempre se les habla en forma de exhortación desde un púlpito y no como una herramienta de guía para las dificultades en sus vidas.
La fe y convicción de un líder afectará tanto la vida de una persona que no tendrá argumentos en contra de su liderazgo. Muchos cuestionan el liderazgo de la iglesia porque ven vidas ambiguas o inconstantes. Ven grietas en una apariencia de santidad. El escritor de Hebreos nos manda:

Heb 13:7  Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe.

No nos manda a imitar su conducta sino su fe. Yo puedo ir al África, en medio de la selva porque hay hombres de Dios que lo han hecho, pero si no tengo la misma fe que ellos no podría soportar un día en ese lugar. Así que si hablamos del trabajo del liderazgo no es la conducta lo que marca la vida de otros sino la fe. La convicción y el amor con que hago las cosas. Todos verán mi conducta, el resultado de ellas, de lo que predico, de lo que hablo. Pero la fe es lo que va inspirar la vida de los demás, los desafiará a vivir para Dios, a entregar sus vidas al servicio y amar a los demás.

Liderazgo, más que dirigir o predicar - 1


Influencia:
Una de las características más grandes del liderazgo es la capacidad de influir en la vida de otras personas. Ya sea por el llamado de Dios o por la posición que tenemos en la iglesia, podemos influir a otros. Nos ven, nos escuchan, nos siguen; la forma de saber si eres un líder o no, es ver si alguien te está siguiendo.
La influencia es la habilidad de ejercer poder (en cualquiera de sus formas) sobre alguien, de parte de una persona, un grupo o de un acontecimiento en particular.
Pero la influencia puede ser buena o mala, positiva o negativa. Podemos encontrar personas que influyen muchísimo a los demás, pero a veces para cosas pecaminosas, otras para cosas santas. En cualquiera de los dos casos, la influencia se basa en un principio fundamental del liderazgo: “la relación con los demás”.
Una persona influye por el contacto con las personas. Puede ser que sus ideas o pensamientos guíen a otros por lo que escuchan o leen. Pero la influencia más fuerte es de parte de aquellos que comparten, se relacionan y crean lazos de amistad con los demás. Por esta razón, a veces, tenemos pequeños grupos dentro de uno mayor, liderados por caudillos que a veces van en contra del liderazgo principal. Ellos ganan por la forma en que se relacionan con el grupo.
La pregunta es: ¿Cómo puedo usar esta influencia de forma correcta?, ¿Cómo puedo desarrollar influencia en los demás?, ¿la influencia que ejerzo es positiva?.
Vamos a ver algunos aspectos importantes del liderazgo desde el ángulo de la influencia y las relaciones, su importancia y efectos. Y cómo puede ayudar esto al pastoreo en la iglesia.
Aunque muchos dirán: “no se puede pastorear sin tener contacto con las ovejas”, hoy en día la realidad de muchas iglesias es la falta de relaciones significativas entre el liderazgo y los feligreses. Las ocupaciones ministeriales, las agendas, los compromisos y la necesidad de completar el programa hacen que muchos de los líderes no mantengan un contacto con los hermanos que asisten a su iglesia. El grupo de amigos y relaciones interpersonales se reduce al grupo de trabajo, otros obreros o amigos cercanos, hermanos con mayores posibilidades de ofrendas y muchos los otros hermanos pasan a ser, en una forma simple, parte de la nomina.
Pero la base de todo ministerio son las relaciones. Conocer al hermano por nombre y apellido, de donde son, el nombre de los miembros de sus familias, qué estudian, dónde estudian. El domicilio o tener en su agenda su número telefónico.
Quizá pueda decir: “pero en una iglesia con muchos miembros es difícil conocer a todos y por eso hay varios ministros u obreros” y eso es comprensible, pero no podemos tener un liderazgo efectivo si sólo nos enfocamos en un grupo íntimo de amigos y no en otros.
Quiero dar dos ejemplos de personajes bíblicos, un padre y un hijo. Ambos fueron muy influyentes, ambos ganaron el corazón de los que les seguían y ambos marcaron un rumbo en sus destinos mostrando su temor a Dios. Uno para bien, otro para mal.
David: una vez vencido el gigante Goliat, David ingresó al ejército de Israel, pronto tuvo éxito y comenzó a ganar renombre. Los celos de Saúl hicieron que él huyera por salvar su vida; Saúl cegado por la envida y el rencor buscó la forma de matarlo una y otra vez. Así que David se escondió como prófugo, y dice la Biblia:
1Sa 22:1  Yéndose luego David de allí, huyó a la cueva de Adulam; y cuando sus hermanos y toda la casa de su padre lo supieron, vinieron allí a él.
2  Y se juntaron con él todos los afligidos, y todo el que estaba endeudado, y todos los que se hallaban en amargura de espíritu, y fue hecho jefe de ellos; y tuvo consigo como cuatrocientos hombres.
Es interesante la reacción de las personas, por lo general uno pensaría que ser prófugo de la mano del rey y correr peligro de muerte, sería la situación en la que menos quisiera estar. No estaría cerca de una persona en esa condición, pero muchos se juntaron con David. Lo conocían, veían en él un siervo de Dios, se identificaban con su situación. Todos estaban afligidos, endeudados y con amargura de espíritu. David se encontraba en un momento terrible pero había personas en peor situación que venían para estar con él. Quizá pudieron escuchar alguno de sus cantos, su devoción a Dios, pero querían estar con él.
¿Hay personas que quieren estar a su lado? Esa una pregunta que debe hacerse sinceramente.
David supo guiar a su grupo al temor de Dios, cuando tuvo la oportunidad de obrar según sus fuerzas refrenó a sus seguidores de matar a Saúl, sino a esperar en que Dios cumpla su promesa en su tiempo:
1Sa 24:3  Y cuando llegó a un redil de ovejas en el camino, donde había una cueva, entró Saúl en ella para cubrir sus pies; y David y sus hombres estaban sentados en los rincones de la cueva.
4  Entonces los hombres de David le dijeron: He aquí el día de que te dijo Jehová: He aquí que entrego a tu enemigo en tu mano, y harás con él como te pareciere. Y se levantó David, y calladamente cortó la orilla del manto de Saúl.
5  Después de esto se turbó el corazón de David, porque había cortado la orilla del manto de Saúl.
6  Y dijo a sus hombres: Jehová me guarde de hacer tal cosa contra mi señor, el ungido de Jehová, que yo extienda mi mano contra él; porque es el ungido de Jehová.
7  Así reprimió David a sus hombres con palabras, y no les permitió que se levantasen contra Saúl. Y Saúl, saliendo de la cueva, siguió su camino.
El otro ejemplo es el hijo de David, Absalón:
Absalón vengó la violación de su hermana, mató a su medio hermano. Esperaba justicia de parte del rey, pero al no conseguirla, tomó el asunto con sus propias manos. Luego de mucho tiempo vio que su padre sólo se preocupaba de los asuntos de gobierno y no de él y comenzó a llamar su atención, hasta que por fin pudo verlo nuevamente. En ese encuentro tan esperado, sólo tuvo un beso de David y vivó cerca de él pero sin su atención. La pasividad de David hizo que el rencor en su corazón creciera y decidió ir en contra de su padre.
2Sa 15:1  Aconteció después de esto, que Absalón se hizo de carros y caballos, y cincuenta hombres que corriesen delante de él.
2  Y se levantaba Absalón de mañana, y se ponía a un lado del camino junto a la puerta; y a cualquiera que tenía pleito y venía al rey a juicio, Absalón le llamaba y le decía: ¿De qué ciudad eres? Y él respondía: Tu siervo es de una de las tribus de Israel.
3  Entonces Absalón le decía: Mira, tus palabras son buenas y justas; mas no tienes quien te oiga de parte del rey.
4  Y decía Absalón: ¡Quién me pusiera por juez en la tierra, para que viniesen a mí todos los que tienen pleito o negocio, que yo les haría justicia!
5  Y acontecía que cuando alguno se acercaba para inclinarse a él, él extendía la mano y lo tomaba, y lo besaba.
6  De esta manera hacía con todos los israelitas que venían al rey a juicio; y así robaba Absalón el corazón de los de Israel. 
Unas de las personas más influyentes de Israel fue Absalón, su carisma, su belleza lo hacían popular. Luego de tantos errores y de tener un padre ausente a sus problemas, a sus quejas; él se subleva contra su padre, el rey, y comienza a usar su influencia para ganar el corazón del pueblo y lograr sus objetivos. Habló con cada uno, puso interés en sus problemas y los abrazó y besó, rompió el protocolo de la posición y se relacionó con cada uno. Guio al pueblo a ir en contra de la voluntad de Dios, que no tuviesen temor de Él.
“La influencia es una fuerza poderosa en las manos de cualquiera, el punto es cómo usamos este poder.”
Balaam no pudo maldecir al pueblo de Israel, pero enseñó a pecar para que Dios los castigue.
El llamado de Jesús no fue a ser pescadores de hombres, sino a estar con Él.
Mat 4:18  Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores.
19  Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.
20  Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron.

La consecuencia de estar con Jesús los iba ha convertir en pescadores, pero el llamado fue a seguirle.
El liderazgo efectivo, es uno influyente. Cumplir el programa, marcar tarjeta y dar un buen sermón, sólo te convierte en un funcionario no en un pastor. Si dedicamos tiempo a conocer a los hermanos, sus necesidades y potenciales, podremos guiarles al temor de Dios, podríamos ver los frutos que Dios produce en ellos y disfrutaríamos de su compañía en el servicio.
Debes ser el pastor de Salmo 23, ya que Dios es nuestro mayor ejemplo.