Muchos se preguntan: “¿cuál es la clave de la vida?”
suponen que van a encontrar una receta mágica que les hará feliz. Bueno la
propuesta publicitaria es que si tienes tal celular inteligente, o más amigos
en tu red social, o el televisor con señal satelital, o quizá el automóvil de
lujo de este año. En fin miles de que cosas que podrías tener y te haría feliz.
Pero creo que ese justamente es el problema: “cosas”.
Si sujetamos nuestra felicidad a cosas siempre
estaremos condenados al fracaso. Las cosas se deterioran, pasan de moda, se
vuelven obsoletas, se rompen, pierden, nos las roban; son cosas, algo que
puedes tener físicamente. Pero si ves bien en tu vida, las cosas que te traen
felicidad son las inmateriales, los momentos, las sonrisas, los recuerdos, el
amor, los logros. ¿Te acuerdas cuando recibiste un juguete de niño? Podríamos
decir: “fui feliz con eso”, pero en realidad fue el juego y la experiencia excitante
lo que llenaba de felicidad tu corazón, no el objeto en sí, pues si hoy lo
tuvieras en tus manos no te daría la felicidad que deseas. Sencillamente porque
la felicidad no está ahí y déjame decirte, nunca lo encontrarás en un objeto.
Por lo que puedo ver en la Biblia hay una clave en
vida que puede traer gozo y felicidad en tu vida, no importa lo que piensen los
demás, lo que te ofrezcan o lo que tengas, independiente de todo eso, lo que
Dios te ofrece es el único modo de tener una vida sana llena de paz y gozo.
Pro 16:6 Con misericordia y verdad se corrige el
pecado,
Y con el temor de Jehová los hombres se
apartan del mal.
El problema del hombre no es el dinero, pues lo puedes
conseguir trabajando; tampoco la familia, porque puedes arreglar tus
diferencias. El verdadero problema está en su propio corazón, su ambición,
egoísmo, lujuria, mentira, engaño y avaricia es lo que le lleva continuamente a
pecar, caer y hacia el mal. Dios hace lo que no puede hacer el hombre, da
misericordia; Él provee de aquello que el hombre no puede obtener por sus
propios medios. Y la clave para ser feliz la encontrarás cuando obtengas la
misericordia de Dios. Bueno, esta misericordia fue puesta en una cruz hace más
de dos mil años. Jesús llevó nuestro castigo por el pecado para que seamos
recibidos en misericordia. Él es la Verdad, Jesús dijo: “Yo soy la Verdad y la
Vida, nadie viene al Padre si no es por mí”. También dice la Biblia:
“conoceréis la Verdad y la Verdad os hará libre”. Sólo Jesús, la Verdad y
Misericordia de Dios puede traer perdón de nuestros pecados y por lo tanto nos
corrige del camino de perdición que llevábamos. Este versículo dice: “con Misericordia
y Verdad se corrige el pecado” no hay otra manera de corregir el pecado si no
es con Jesucristo en tu vida, sólo recibiéndole como tu Salvador podrás
corregir lo malo en tu vida y encontrarás la paz con Dios y recibirás su gozo.
La segunda clave para ser lleno de gozo es temer a
Dios, ¿Por qué?, porque temiéndole, honrándole, obedeciéndole, siendo fiel
podrás disfrutar de su gozo, verás su propósito cumplido en tu vida y
disfrutarás de su comunión. Al tomar en
cuenta a Dios en cada momento de tu vida, en cada decisión, a cada paso, te
apartarás del mal; pues no querrás ofenderlo, no irías en contra de su Santidad
y te apartarías del pecado. Si es Dios el primero en tu mente, en tu corazón
podrás gozar de una vida abundante, Él llenará tu corazón de paz, encontrarás
descanso y ánimo, fortaleza y vigor para enfrentar los más grandes problemas
porque Dios es más grande que todos ellos. Tu vida se rendirá a Él y no
importará nada más en el mundo, inevitablemente serás feliz, porque sólo en Él
hallarás felicidad.
Si ves que a tu vida le falta algo, no puedes
encontrar el sentido y tu situación actual es muy alejada al gozo del Señor,
puede ser que no has hecho algo de lo que acabas de leer. No has encontrado la
misericordia de Dios y la Verdad, Jesús, sigue siendo un extraño en tu vida, o
no rindes tu vida a Dios para que sea tu Señor, no le das la honra que se
merece y el pecado siempre te lleva de tumbo en tumbo.
Esta no es una receta mágica, no es un objeto que
puedes adquirir, no son pañitos tibios que tratan de calmar tu corazón, es la
verdad de Dios, es lo que Él habla a tu corazón porque te ama y quiere que
vengas a Él. Es tu decisión, Él dejó su gloria por buscarte y sólo quiere que
le digas que le amas de verdad y que lo quieres en tu vida, no lo dejes pasar.