sábado, 31 de diciembre de 2011

El último día



Hoy se acaba este año, quizá muchos de nosotros hemos hecho algún tipo de balance general de todo lo que nos pasó, separando lo bueno de lo malo, sacando ganancias y pérdidas. Tal vez te fue bien, quizás no, pero casi todos se ponen un poco sensible hoy. Con nuevas esperanzas y proyectos para el año que comienza, con nuevas propuestas y nuevos desafíos: “este año voy a ser mejor”, “voy a hacer dieta”, “voy a leer más mi Biblia”, “voy asistir a la iglesia” y otras muchas promesas. Que a veces terminan en sólo simples deseos y augurios de una tarjeta de fin de año.

Dirás que soy un amargo o pesimista, pero en realidad es sólo un cambio de día en el calendario, el resto de la vida sigue igual, no cambia porque cambiemos el último dígito en nuestros años. Tus problemas siguen ahí, los líos de la familia, tu falta de dedicación a las cosas de Dios, aún ese pecado que te asedia seguirá ahí.



No quiero desanimarte, a mí en lo personal, me encantan estas fechas; Navidad y año nuevo son muy especiales y emotivas, puedo ver a mi familia, pasar un tiempo especial, recordar el nacimiento del Salvador y pensar en todo lo que podremos hacer el próximo año. Y al igual que tú, también hago un balance de este año. Pero ¿Cuál es la postura que debemos tomar? ¿Quemar un monigote diciendo que es el año viejo y que ahí están todas aquellas cosas malas para comenzar un año nuevo?, ¿Comer 12 pasas de uvas y pensar en deseos buenos para el año que comienza?, ¿Abrazar al pariente con el cual estuve todo el año peleado y suponer que se solucionaron las cosas con ese abrazo mágico?. No definitivamente no.

Como hijos de Dios tenemos cosas mejores, vivimos un mundo diferente al resto, mientras todos viven según sus supersticiones y deseos vanos, el hijo de Dios vive por fe. Hasta lo malo de este año que pasó no es tan malo porque por medio de la prueba pudiste crecer y conocer más a Dios, o a ti mismo viendo lo débil y cuanto necesitas de Dios o lo fuerte y maduro que te has vuelto, porque en otro momento no habrías salido de esa.

Al comenzar otro año se me vienen algunos versículos a la mente como:

Mateo 6:31  No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?
32  Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.
33  Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
34  Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.

Santiago 4:13  ¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos;
14  cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.
4:15  En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.

Constantemente nos preocupamos de nuestro futuro, el mundo consulta hasta una farsante vestida de gitana para ver si le dice que va a pasar. Constantemente estamos convencidos de que tenemos todo claro, y que nuestros proyectos son los mejores, que nuestra vida y triunfo está asegurada en nuestros planes. Pero pocas veces preguntamos a Dios cuál es su plan y si podemos ser parte de él.

Si quieres un consejo para este año que comienza te doy estos:
-          No comas ansias antes de tiempo. No te preocupes por lo que aun no llega.
-          Busca a Dios, encuéntrate con Él, aviva tu comunión con Cristo.
-          Lo malo que ya pasó déjalo a tras, ya no puedes cambiarlo.
-          Busca el plan de Dios, qué quiere hacer en tu comunidad, iglesia y familia.
-          Únete al plan de Dios, no hagas tus propios planes sino acóplate a lo que Dios hace.
-          Encomienda a Dios tu futuro, ora por tus proyectos, pregúntale a Dios si eso es lo bueno que hagas y si te apoyará.
-          Ríndete a la voluntad de Dios y prepárate para ver cambios y ajustes en tu vida.
-          Dedica a Dios este año, entrégale a Él el control de tu vida y verás su paz.

No hay una receta general para una vida con éxito, porque todos somos y vivimos vidas diferentes, pero si hay una receta para el fracaso en tu vida y es: “dejar a Dios a un lado”.

Recuerda: “los hijos de Dios no somos personas con un problema, sino con un propósito” busca el propósito para este año y tómalo de la mano de Dios.

Unos últimos versículos para que lo pienses:

Eclesiastés 12:13  El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.

Proverbios 16:3  Encomienda a Jehová tus obras,
 Y tus pensamientos serán afirmados.

Si se te ocurre algún otro versículo, puedes comentarlo abajo, será de gran bendición y que comiences un buen año.

jueves, 29 de diciembre de 2011

¡Fui tan malo!


Recuerda qué fue lo peor que hiciste este año, no importa qué, tampoco me lo cuentes, sólo piénsalo. No sé si lo has superado, si ya puedes olvidarlo o si te lo estoy trayendo a tu memoria. Pero mi intensión no es que tropieces o lo revivas. No sé cuan desagradable pudo haber sido esa situación. Al igual que tú, yo también pasé por momentos feos este año y he cometido pecados; algunos tan absurdos y sin razón que me dan vergüenza recordarlos.

Satanás es experto en recordarte todo lo malo que haces, quizá para alentarte a que lo vuelvas a hacer porque no tuviste consecuencias de tus pecados (eso dice él, pero no es así, siempre hay consecuencias), o porque quiere hacerte pensar que eres una de las peores personas del mundo, un mal hijo de Dios y que no mereces el perdón del Padre, te hace sentir miserable, culpable y fracasado, luego se sienta en su cómodo, toma su vaso de wiski con hielo, enciende su cigarrillo, hace unas bocanadas de humo y dice: “lo hice” y se ríe de ti.

No hay que negar que hemos pecado, no importa cuan feo haya sido la caída, no importa cuanto daño hemos causado, si saben los demás o no. No debemos tratar de ocultar a nuestra conciencia lo que somos ni lo que hemos hecho y mucho menos tratar de engañarnos diciendo que nada pasó, o intentar ocultárselo a Dios. El remedio para esto es: “confesarlo, pedir perdón y darlo por terminado”.
Hebreos 9:13  Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos,  y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne,
14  ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?

En la antigüedad debían ofrecer animales en sacrificio por expiación por el pecado, eran para purificarse de sus malas acciones. Pero cuando vino el Señor Jesús y dio su vida como sacrificio por nuestros pecados, borró la totalidad de ellos, nos dio una nueva naturaleza y nos permite estar en la presencia de Dios. Pero este versículo no está hablando de limpiar mi vida de pecado, no habla de salvación sino de comunión, está hablando de limpiar mi conciencia de obras muertas. Ya como hijo de Dios al pecar mi conciencia me dice lo malo que he hecho y debo pedir perdón, luego con el tiempo Satanás y mi propia mente pueden traer a mi memoria aquellos pecados ya perdonados por Cristo y vuelvo a sentir el dolor y la amargura de haber defraudado a Dios, pero para Él ya no hay pecado pues lo perdonó en la Cruz. Sin embargo Dios me da una manera de solucionar mi problema de mala conciencia y es nuevamente: “Cristo”, Él puede limpiar mi conciencia de obras muertas, Él puede darme paz y refrescar mi alma con el perdón de Dios. Es Él quien hace que vuelva a sonreír porque tengo seguridad y gozo de mi salvación, es quien hace caer a Satanás de espaldas de su cómodo sillón, cuando ve que vuelvo a cantar y disfrutar de mi vida abundante en Jesús.

No dejes que tu pasado te condene, sí es cierto, está allí pero ya paso. El pasado tiene la característica de estar muerto y de nunca volver. Déjalo atrás y continúa hacia Cristo cada día.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

La mejor canción



Es difícil decidir cuál es la mejor canción del año, o la que impactó tu vida en todos estos años. No hay que negar que ciertas canciones te conectan con tu pasado o con personas. Con el colegio, tus amigos, algún ex amor. Sea cual sea la música y las canciones tienen ese poder de tocar las fibras más sensibles de nuestro ser y hacernos llorar, sonreír o reflexionar.

Pero la mejor canción aún no se ha escrito, ni se ha cantado, es más ni aún se ha tarareado por hombre alguno. No hablo de un tango, chamamé o merengue. La mejor canción no tiene un tono aún, bueno por lo menos para nosotros.

La Biblia está llena de cánticos, lleno de versos que exaltan a Dios. Pero dice que un día cantaremos un cántico nuevo. Algo que nadie aun lo ha cantado, pero sí dice el tema de la canción:

Apocalipsis  5:9  y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;
10  y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes,  y reinaremos sobre la tierra.

Allí en el cielo, en la presencia de Dios, podremos cantar junto a los seres celestes, junto a los siervos de Dios una nueva canción. ¿Cuál es la melodía? no lo sé, ¿Cuál es el tono? ni idea, ni puedo siquiera imaginarlo. Pero no importa; no soy bueno cantando y espero que al tener un cuerpo glorificado se mejore eso. Lo importante es que podré cantar una nueva canción sobre Jesús, porque Él me salvó, me redimió y me permite servirle.

Es increíble que nada de lo que hay aquí en la tierra es comparable con lo que veremos en el cielo. El libro de Hebreos dice que habrá cosas mejores. Todo será sin relación con el pecado, será puro, hecho por la mano del mismo Dios. Que gran esperanza que tenemos los que confiamos en Jesús como Salvador. Deberías poner esta esperanza en otros para que ellos también puedan decir como el salmista:

Salmo 40:3  Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios.
 Verán esto muchos, y temerán,
 Y confiarán en Jehová.

Pon un canto de alabanza en el corazón de un hombre que se arrepiente y un canto de alabanza en el cielo por los ángeles que se alegran de ver a un hombre que se arrepiente. Dile a otros del amor de Dios.

domingo, 25 de diciembre de 2011

El día “D”


Me he puesto a pensar en qué ocurrió el día siguiente a Navidad, o sea, al nacimiento de Jesús. ¿Qué pasó con los pastores? ¿Con el mesonero? ¿Con las familias de ellos? Me imagino que ellos habrán ido corriendo a sus casas y contar lo que vieron, sobre todo lo de los ángeles irrumpiendo en la noche tranquila dando tal anuncio. ¿Pudo haber continuado la vida igual? Imagínate por un momento si estuvieras allí. Un ángel se te aparece y te dice:

Luc 2:10  … No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo:
11  que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.
12  Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.
13  Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían:
14  ¡Gloria a Dios en las alturas,
 Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!

Ahora llegas al establo y lo encuentras tal cual como te lo dijo, y dices: “Este es el Mesías que tanto esperábamos”. Pero luego ¿Simplemente te vas?, ¿continúas con tu tranquila vida pastoril?. No sé tú, pero a mí me hubiera resultado difícil volver a vivir como antes sabiendo que ese niño es el Mesías, quedaría cerca para verlo crecer y estar a su lado.

Según la Biblia por los menos dos años más vivieron José y María en la ciudad, hasta que llegaron los reyes del oriente (eso de que llegaron la misma noche del nacimiento con los regalos es mentira, por las dudas, no te lo creas. Es sólo para poner una linda escena del nacimiento bajo el árbol). Así que los pastores y sus familias, los del mesón y los vecinos que se enteraron que el que nació en el establo era el Mesías de Israel.

Pero la Biblia no dice nada al respecto, así que me queda sólo pecar por especular. ¿Será que se olvidaron de Él?, ¿Será que verlo tan pequeño, tan indefenso, hizo que el razonamiento pueda más que la fe y digan: “sólo fue coincidencia”?.  Toda esa noche de excitación espiritual, toda esa emoción de ver la promesa cumplida a Israel, se fue disipando, todo terminó pocos días después.

Aunque si vemos bien, no somos diferentes a los pastores, y esas personas, porque luego de “las fiestas”, de las actividades en la iglesia, la cena familiar, recordar el nacimiento, etc. Todos volvemos a nuestro diario vivir y la navidad, Jesús y el cumplimiento de las profecías pasan a ser una actividad más. Lindo el brindis pero después todo se disipa. No somos muy distintos.

Quisiera que el “espíritu de la navidad” no sea sólo navideño, sino todo el resto del año, y lo digo por mí mismo. Que cada día que me queda en esta vida la viva como viendo al Mesías, contando a otros que Él vino al mundo, que nos ama y que nos quiere salvar.

La verdad es que son puras especulaciones mías, pero es muy común en el hombre olvidarse de las cosas después de lo sucedido. El día “D” existe, siempre hay un día depués y sólo recordamos una fecha y no vivimos la razón del evento. Vuelvo a repetir, hablo por mí, pero puedo ver lo mismo en los diez leprosos que fueron sanados años después, en once discípulos que regresaron al mar a pescar. Yo quiero ser como el gadareno que no sólo rogó por quedarse con Jesús sino que al recibir el mandato de ir y contar a su familia, no fue a su casa solamente sino a Decápolis.

Que navidad no tenga un día “D” en ti, sino que sea un vivir continuo anunciando al mundo que Jesús ya nació. ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz y buena voluntad a los hombres! Jesús es el Salvador.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Diferencias entre Santa Claus y Jesús


            Santa                                                        Jesús
Viejo gordo y barbón                               Niño en un pesebre
Trae regalos a los que se portan bien    Vino como regalo porque nos portamos mal
Vuela en un trineo tirado por renos       Camina sobre el agua y asciende sobre las nubes
Recorre el mundo en una noche            Tiene al mundo en sus mano y lo sustenta
Aparece una vez al año                          Está todo el tiempo a tu lado
Vive en el Polo Norte                             Vive en mi corazón
Es un personaje de fantasía                  Es real, es Dios

Juan 1:14  Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.

La navidad no es un cuento de hadas, es una verdad anunciada desde la antigüedad, declarada por los ángeles y vivida por todos aquellos que creen en Jesús. No celebres una navidad como tradición sino como adoración a Jesús el Hijo de Dios que vino a salvarte.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Dime qué apacientas y te diré a quién amas


Es interesante pensar en dos personas que demostraron su amor al Padre y como consecuencia terminaron apacentando animales.

Me refiero al Hijo menor de la historia del hijo pródigo y a Pedro. Sí, en realidad piensa un poco en ambos. No voy a relatar toda la historia porque la debes conocer y si no, puedes leer en tu Biblia. Pero, el hijo menor de la historia, el hijo pródigo, un día pidió todo lo que le correspondía de su herencia al padre y se fue lejos; dice la biblia que malgastó su dinero, su hermano mayor dijo que lo gastó perdidamente con rameras; pero en fin, él vivió desenfrenadamente su locura adolescente amando al mundo. Demostró que amaba más al mundo que al padre y terminó apacentando chanchos.

En cambio Pedro, sí el bocón del grupo, el que dijo que daría la vida por Jesús y después lo negó tres veces, sí ese mismo; se enfrentó a Cristo reconociendo que lo amaba pero que necesitaba crecer en su amor a Dios y terminó apacentando ovejas. El Señor Jesús le dijo: “Pedro ¿me amas? Apacienta mis ovejas”.

Siempre hay trabajo en cualquiera de las decisiones que tomemos, algunos trabajamos para Dios, otros para el mundo. Algunos apacientas ovejas, otros cerdos. Unos glorifican a Dios, otros deshonran su Nombre. El punto es que cada una de nuestras decisiones nos llevará a vivir una vida de servicio a Dios o al mundo. Tu amor a Dios se manifestará en lo que apacientas, ¿cerdos u ovejas?, tarde o temprano se notará lo que apacientas porque tendrás el aroma que corresponde: a verdes pastos del prado o los desagradables olores del fango. 

En definitiva: El que ama a Dios apacienta ovejas. El que ama al mundo a chanchos.

Otro personaje que mostró su amor fue Demas. Pablo dijo:

2Timoteo 4:9  Procura venir pronto a verme,
10  porque Demas me ha desamparado, amando este mundo, y se ha ido a Tesalónica…

Siempre que uno ama más al mundo que a Dios, desampara a otros y a la obra de Dios. Eres muy, pero muy, (entiéndeme bien) muy importante para el resto de cristianos y la obra de Dios, eres parte fundamental en el cuerpo de Cristo. Te necesitamos, queremos que estés con nosotros, amamos ver tu rostro en la iglesia, cantando, orando, aprendiendo y enseñándonos. Eres muy, pero muy importante para mí. Sólo tres versículos de la Biblia hablan de Demas, y es triste ver que no le recordamos como el compañero de servicio, sino como el que abandonó a Pablo; el que amó más al mundo.

Un último aspecto es que, el que ama más al mundo que al Padre siempre tiene un lugar donde ir, no es el mejor, pero sabe donde ir: el hijo pródigo a una provincia lejana. Demas a Tesalónica. Siempre que un creyente se aleja de Dios sabe donde va: “donde está el pecado que más le gusta”.  En cambio el que vive por fe, el que sigue a Dios, el que lo ama; muchas veces no sabe, pero va confiado que si Dios le lleva a cualquier lugar, es lo mejor. ¿Quieres ejemplos? Ahí te van: Felipe, no sabía a donde y lo llevó al desierto a predicar a un etíope, a apacentar una oveja, a Elías a una viuda, a darle de comer, a Juan el bautista, a predicar, a doce discípulos a estar con Jesús, siempre hay algo que hacer en la presencia de Dios, siempre un lugar donde ir, quizás no lo sepas, pero Él sí lo sabe. La pregunta es: ¿a quién amas más? Mira lo que apacientas y lo sabrás.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Navidad


La navidad, para muchos, hoy es sólo comercial. En el concepto de los niños, navidad es: regalo y Papá Noel; para los jóvenes: fiestas y diversión, y los adultos son: regalos costosos y deudas. Pero el mundo de hoy en día ha quitado los ojos de la navidad verdadera para mirar lo que el mundo les ofrece con un perfil muy diferente.
La navidad es un hombre viejo con barba y pansa inflada, con un rostro tierno que trae regalos a los que se portan bien. Sin embargo, navidad es celebrar el nacimiento de un niño: “Jesús”, quien viene a darnos el regalo más glorioso porque somos malos, porque estamos alejados de Dios y quiere reconciliarnos con Él. 

Lucas 2:9 Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor;  y tuvieron gran temor.
10 Pero el ángel les dijo: No temáis;  porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo:
11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.
12 Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.

El mundo trata de torcer lo que Dios hizo para nuestro bien. El mundo habla de un futuro prospero, pero la única forma de encontrar prosperidad para nuestras almas está en la persona del Señor Jesús. La única forma de encontrar la paz y el amor es en quien ES AMOR y PAZ: “Jesús”. No podemos encontrar en el mundo nada que satisfaga nuestras vidas como Jesucristo.
Navidad para muchos hoy en día es pavo, dulces y regalos. Cosas perecederas, cosas tangibles que se consumen. Pero la verdadera navidad es recordar a Aquel que nos amó de tal manera que tomó la forma de hombre y nació en un pobre lugar para traernos el regalo que no merecemos, porque somos malos, pero que Él nos quiere dar por su gran amor: la salvación. Esto es eterno, intangible pero lo podemos ver con los ojos de la fe.
Mientras el mundo mira las luces que los rodea y deslumbran; nosotros podemos ver a Aquel que se humilló y dejó la gloria de su Padre para morar entre nosotros, para tomar nuestro lugar, para darnos vida, cuando estábamos perdidos.
Juan 1:9 Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo.
10 En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció.
11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.
12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;
13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.

Celebremos la Navidad con amor; con gozo porque entendemos que estamos recordando el momento en que Dios mismo se acercó para que nosotros nos podamos acercar al Padre a través de su hijo Jesús.

sábado, 17 de diciembre de 2011

El soldado


2Ti 2:3  Tú,  pues,  sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo.
4  Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida,  a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado.

Características de un soldado
-          Entrena aunque no pelee
-          Se dedica a lo que hace
-          Se esfuerza por sí mismo y por el grupo
-          Sabe para que sirven sus armas
-          Obedece sin cuestionar
-          Busca la victoria siempre
-          Combate hasta el final
-          Lucha por su bandera
-          Lucha por convicción

1Ti 1:18  Este mandamiento,  hijo Timoteo,  te encargo,  para que conforme a las profecías que se hicieron antes en cuanto a ti,  milites por ellas la buena milicia,
19  manteniendo la fe y buena conciencia,  desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos,

2Co 10:3  Pues aunque andamos en la carne,  no militamos según la carne;
4  porque las armas de nuestra milicia no son carnales,  sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,
5  derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios,  y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,

Ef6:11  Vestíos de toda la armadura de Dios,  para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
12  Porque no tenemos lucha contra sangre y carne,  sino contra principados,  contra potestades,  contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo,  contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
13  Por tanto,  tomad toda la armadura de Dios,  para que podáis resistir en el día malo,  y habiendo acabado todo,  estar firmes.
14  Estad,  pues,  firmes,  ceñidos vuestros lomos con la verdad,  y vestidos con la coraza de justicia,
15  y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.
16  Sobre todo,  tomad el escudo de la fe,  con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.
17  Y tomad el yelmo de la salvación,  y la espada del Espíritu,  que es la palabra de Dios;
18  orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu,  y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;

2Sa 10:12  Esfuérzate,  y esforcémonos por nuestro pueblo,  y por las ciudades de nuestro Dios;  y haga Jehová lo que bien le pareciere.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

La sombra siempre es más grande si estás de espalda al Sol


Es curioso el comportamiento humano ante lo desconocido, ante aquello que no sabemos cómo podría afectarnos. Tememos a muchas cosas que son irreales, que son productos de nuestra imaginación o de nuestra ansiedad.

Nuestra mente tiene la capacidad de imaginar aquello que en la realidad es imposible, pero para nuestras sensaciones son tan reales que nos quedamos paralizados ante la posibilidad y creo que este es nuestro enemigo: “LA POSIBILIDAD”. Pensamos: “¿y si esto pasa?”, “¿Qué tal si…?” siempre hay una posibilidad. Conozco a personas que no se animan a dar pasos en su vida porque están esperando la última posibilidad con alguien, con algún empleo o con un llamado telefónico de algún ministerio. Siempre están esperando si algo más va a ocurrir. Puede que estés en la carretera correcta pero si no sigues los carteles no vas a llegar a destino. Aun la dirección correcta tomada fuera de tiempo es una mala decisión.
No debemos vivir temerosos de lo que podría pasar, sino confiados en lo que Dios puede hacer. Si miro con el Sol a mis espaldas siempre veré las sombras más grandes y tenebrosas. Si camino con cara al Sol las sombras desaparecerán. No des la espalda a Dios, mira siempre a Cristo. Puesto los ojos en Jesús… dice el libro de Hebreos.

Miqueas 7:7  Mas yo a Jehová miraré, esperaré al Dios de mi salvación; el Dios mío me oirá.

El libro de Miqueas es un libro lleno de juicios y promesas, aquí se promete el nacimiento del Mesías, de Jesús. Este libro es realmente una mirada al Sol, es voltear y dejar de mirar sombras. Y Miqueas dice: “mas yo”. Es una cuestión de decisión personal, todo el mundo puede, si quiere, mirar las sombras, pero YO decido si voy a mirar a Dios o a mis problemas y temores. Ningún problema es demasiado pequeño para Dios, ni demasiado grande para Dios. Si espero en Él, Él me oirá. ¿Cómo entonces vivir preocupado? Mi suegro, David Logacho, siempre dice: “si vas a orar para qué vas a estar preocupado y si vas a estar preocupado, para qué vas a orar.”

Decide hoy girar tu cabeza, mirar al cielo, confiar en Dios y dejar que la luz disipe las sombras, recuerda: “las sombras siempre están, pero tienen la increíble capacidad de no hacer nada”.

martes, 6 de diciembre de 2011

Poca creatividad



Me encanta escuchar música, si bien tengo un amplio espectro de estilos en mi lista de gustos, no entran algunos, que no voy a decir para no ofender a nadie. Pero me he dado cuenta que muchos cantantes han caído en el plagio inconsciente, o consciente. El punto es que muchos escriben sobre lo mismo en alguna canción. Frases como: “no me enseñaste a olvidarte” está es la más repetida por algunas, o: “después de ti ¿qué?” o “no puedo vivir sin ti”. Pareciera que se terminó la creatividad para algunos, sé que es difícil encontrar palabras o frases para escribir una poesía, sé que es difícil encontrar temas para escribir, porque aunque no hago canciones escribo historias y estudios y a veces también se me acaba el libro, se me terminan las opciones o las ideas.

Creo que nuestra mente finita, que está limitada por tiempo y espacio, por formas y condicionada por varios factores de nuestro ser, llega a un punto donde sólo coincidimos en ideas pero no inventamos más. No digo que comenzamos a copiar todo lo que hacen los demás pero es como que tomamos las ideas de los demás como base y desarrollamos nuestras nuevas composiciones en relación a eso. Es más me temo estar coincidiendo con alguien sobre este tema, espero que no lo hayan escrito y me culpen de plagio.

Me encanta el concepto que Dios hizo de nosotros una poesía única, inimitable, sólo concebida por Él. En el libro de Efesios dice que somos hechura suya, y la idea es que un poeta inventó una poesía. Eso quiere decir que día a día Dios está escribiendo una poesía en nosotros, o mejor dicho, nosotros somos su poesía.

Efe 2:10  Él nos ha hecho, él  nos ha creado por medio  de Cristo Jesús, para  hacer obras buenas tal y  como él lo dispuso de  antemano. (MN)

Dios no hace copias, su creatividad y diversidad es tan amplia que no cabe en nuestra manera de pensar, sus planes para cada uno de nosotros son tan diferentes y únicos que todos estamos con una función necesaria para el resto, como la pieza de un reloj, un pequeño engranaje, quizá poco visible pero tan necesario, cada uno es importante para el propósito de Dios.

Así que no juzgues ni mires con menosprecio al que no es igual a ti, cuando su poesía no se parece a la tuya, (copiando a un cantante, quien copió la frase a un escritor) "cuando el renglón está torcido", igual se puede distinguir la escritura de Dios.

Dios es Único, es Perfecto, es Incomparable, es Indescriptible y todo lo que hace lo hace de acuerdo a su persona y carácter. Todo lo hace hermoso; tu vida es hermosa, tiene componentes únicos los que Él colocó para cumplir su voluntad y propósito, quizá lo que necesitas es aprender a leer su poesía, porque te aseguro que cuando lo entiendas, no habrá nada más hermoso y emotivo para ti.

jueves, 1 de diciembre de 2011

El lobo te quiere comer


Me acuerdo que cuando era niño me encantaba ese juego que a veces tengo que jugar con mis hijos. “jugaremos en el bosque mientras el lobo no está. ¿lobo está?...” reza la canción. Y todos salen corriendo y gritando. Crea cierto suspenso, a ver, que va a decir el lobo.

En la vida real, en nuestro día a día como cristianos; vivimos en un mundo lleno de lobos. Satanás el principal enemigo, como macho alfa, guía a la manada de lobos a rodearnos, buscarnos, asecharnos y vigilarnos, esperando una pequeña oportunidad de descuido, de sueño o cansancio para hacernos presa suya.

Las ovejas tienen la característica de ser medios torpes, sólo miran al pasto que van a comer y no a su alrededor. El Señor Jesús sabía muy bien esto y nos comparó justamente con ellas. Nos llamó “manada pequeña”.

También nos envió en medio de lobos rapaces que están dispuestos y listos para atacarnos. A veces esos lobos visten piel de ovejas, pueden ser la falsa doctrina, los malos siervos (a los que el apóstol Pablo llama “perros”, que siguen siendo descendientes de los lobos), los enemigos de la fe, los amigos que te proponen hacer cosas en contra de Dios.

El Señor Jesucristo se muestra como El Buen Pastor, el que da su vida por las ovejas, está para defendernos y guiarnos. También como la Puerta de las ovejas, por el único lugar que podemos pasar y estar seguros, quien siempre está vigilando para que estemos bien. Puede ser que nos descarriemos, que estemos en peligro, pero allí está el Buen Pastor para defendernos.

Que vivamos en un mundo de lobos, no quiere decir que Dios no nos ama o que le divierte ver como corremos por los campos escapando de ellos. Dios nos permite vivir aquí, porque quiere que vivamos bajo su mano, viendo día a día su gracia, protección, amor y cuidado. Los lobos siempre estarán allí afuera, pero nosotros estamos seguros en el redil de Cristo.

No juguemos con los lobos, no son de confiar, alejémonos de ellos. Vivamos siempre dentro del cuidado del Pastor.

Lucas 12:32  No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino.

Juan 17:15  No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.
 

Mateo 7:15  Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.
16  Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?
17  Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.
18  No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos.

Mateo 10:16  He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas.

Juan 10:14  Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,